4 años en libros
Literatura de la memoria. Narraciones para no olvidar jamás de lo que somos capaces como sociedad. Al terminar la última dictadura militar, iniciada el 24 de marzo de 1976, comenzaron a surgir en el país libros que contaban lo que había ocurrido durante aquellos siete largos años. En forma de ensayo, novela o cuentos, la historia se hizo prosa en las páginas escritas por quienes investigaron o bien, por quienes vivieron en carne propia el terrorismo de estado.El espacio generado por las agrupaciones que luchaban por los derechos humanos, periodistas y escritores exiliados, que tras la vuelta de la democracia retornaron al país, sumado al recupero de la libertad de opinión y expresión, influyeron en la aparición de material que recopilaba las vivencias y entramados políticos de aquélla época.Periodistas como María Seoane y Vicente Muleiro escribieron la biografía de Rafael Videla, primer presidente interino del golpe, llamada “El dictador”. Horacio Verbitsky trabajó en la investigación sobre la complicidad de la Iglesia católica con el gobierno militar: “Doble juego”, “El silencio” y “El vuelo”. El escritor y actual diputado Miguel Bonasso publicó, entre otras, la novela el “Recuerdo de la muerte”, sobre la tortura a detenidos en la ESMA, que fue publicado tan sólo un año después de la vuelta a la democracia y “La memoria en donde ardía”, sobre el exilio. Y todo esto es un pequeñísimo esbozo de lo escrito en estos años.En 2008, debido a la celebración de los 25 años del retorno a la democracia, se publicaron muchos libros que abarcaban áreas de investigación como el mundial de fútbol del ’78, el robo de niños y la problemática del concepto “desaparecido”.Pero todo tiene su contracara, y frente al movimiento literario relator de la represión, la muerte y el robo de niños, un grupo reducido de personas, con una muy buena red de difusión de sus libros, sostiene la “teoría de los dos demonios”. Uno de ellos es Juan Bautista Yofre, escritor de “Nadie fue”, “Fuimos todos” y “Volver a matar”. Si bien estos libros no apuntan específicamente a la dictadura, siguen la línea de que el golpe fue la consecuencia necesaria para controlar los, para él, movimientos terroristas.Hasta el ex comisario de la Policía de la Provincia de Buenos Aires durante la dictadura, Miguel Etchecolatz, se dio el gusto de escribir lo que pensaba. En 1997, bajo el nombre de “La otra campana del nunca más”, hizo una defensa explícita de la tortura y el terrorismo de Estado. Incluso llegó a publicitarlo en el programa Hora Clave, de Mariano Grondona, en el que compartió aire con el ya fallecido maestro y diputado frepasista Alfredo Bravo, quien había sido víctima de su tortura.Los libros son el documento de la memoria. La construcción de cada momento de la Historia. Hay libros que en su medida intentan defender a aquél sector que, en nombre de la Patria y Dios, hacen uso del poder coercitivo del Estado para exterminar las ideas. Pero hay otros libros que son el punto de vista de quienes vivenciaron el golpe del ’76, escrito para quienes no estuvieron, no lo recuerdan o no quieren olvidarlo jamás.Por Carolina Quirós