Debatir la trata: II Foro Internacional en Mar del Plata


Marcela Loiaza tenía 21 años cuando la captaron: le habían prometido trabajo como bailarina en un boliche de Tokio, pero cuando llegó, desde su Colombia natal, se dio cuenta de que la habían vendido a una organización de trata por 500 dólares. Detrás de la red estaba la mafia yakuza japonesa.

–Esto (pasaporte) es mío, usted es mía y va a hacer todo lo que yo diga–, le dijeron ni bien llegó, y la encerraron en una habitación.

Marcela fue obligada a prostituirse durante 18 meses hasta que logró escapar. Hoy, 15 años después, tiene su propia fundación, da charlas por todo el mundo, publicó dos libros y fue una de las encargadas de abrir el “II Foro Internacional sobre los Derechos de las Mujeres. Trata y Tráfico de Personas: Contextos Actuales”, que se realizó el 4 y 5 de septiembre en la ciudad de Mar del Plata.

Durante dos días, unas 1500 personas (entre autoridades de la Provincia de Buenos Aires, funcionarios, representantes de la sociedad civil, de empresas –Google, por ejemplo– y periodistas) participaron del encuentro organizado por el Consejo Provincial de las Mujeres. Divididos en cuatro paneles, teóricos y activistas contra la trata de América, Europa y África expusieron sus experiencias e hipótesis acerca de cómo combatir lo que hoy se considera la esclavitud del siglo XXI.

El primer día estuvo centrado en la trata para la explotación sexual y los testimonios en primera persona. A la historia de Marcela Loiaza, escuchada en absoluto silencio por una sala colmada que cada tanto bullía en aplausos, le siguió la de otra colombiana: Edna Margarita Baquero Rojas, que estuvo cautiva durante 9 meses en Panamá y pudo escapar recién al haber cumplido su “endeudamiento“, uno de los anzuelos que los tratantes utilizan para retener a sus víctimas.

“Es necesario destinar recursos económicos para combatir la trata“, aseveró la nigeriana Joy Ngozi Ezeilo, ex relatora de las Naciones Unidas sobre trata de personas. Y siguió: “Todos los gobiernos dicen estar en contra de la trata y piensan que así que se terminan los problemas, pero ¿cómo hacemos? Hay que pensar medidas restrictivas que no violen los derechos humanos como ésas que prohiben viajar a las mujeres jóvenes“.

Por su parte, la estadounidense Janice Raymond, ex directora ejecutiva de la Coalición contra el Tráfico de Mujeres y profesora de la Universidad de Massachusetts, hizo hincapié en el peligro de legalizar la prostitución: “Sin demanda no hay oferta, por lo que hay que atacar la demanda. En Holanda la prostitución está regulada y sin embargo se infiltró el crimen organizado y las mujeres siguen siendo las que pierden“, aseguró. Además problematizó el hecho de que los países de la Unión Europea estén siendo invitados a incluir el tráfico de personas en su PBI: “Es una forma de inflar la salud económica del país, y ayuda a la legitimación de la prostitución como trabajo y al espejismo de una situación laboral que mejora“, explicó.

Durante la segunda jornada el abanico se abrió a los casos de trata para la explotación laboral. Zaida Gatti, coordinadora del Programa Nacional de Rescate y Acompañamiento a las Personas Damnificadas por el Delito de Trata del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, fue una de las pocas que caracterizó en números y territorio al tráfico de personas. “La esclavitud fue abolida pero hay personas que están siendo esclavizadas como hace un siglo atrás“, sintetizó. Su intervención estuvo ilustrada por proyecciones de imágenes de diversos allanamientos realizados por el Programa de Nacional de Rescate. También contó que, desde la sanción de la ley de trata y hasta julio de 2014, el Estado rescató a 7153 víctimas de ese delito: 52% por explotación laboral y 48% por explotación sexual. Y, aunque su exposición no estuvo basada en la trata sexual, Gatti especificó: “En los talleres de costura las mujeres son doblemente explotadas: hacen el trabajo textil y también cocinan y cuidan a los chicos. Además, frecuentemente son violadas por los dueños de los talleres.

Por su parte, la peruana Teresa Torres, coordinadora del Proyecto “Consolidando y Difundiendo Esfuerzos para Combatir el Trabajo Forzoso en Brasil y Perú“, aportó estadísticas a nivel regional en materia de tráfico de personas: en América Latina el 55% de las víctimas de trata laboral son mujeres y niños. Y del total de víctimas, hombres y mujeres, el 45% son migrantes.

Promediando el final del Foro, la mexicana Teresa Ulloa, Directora regional contra el Tráfico de Mujeres y Niñas en América Latina y el Caribe, explicó que “hay que visibilizar al cliente, que estaba oculto hasta ahora“, e insistió en la necesidad del trabajo de los jóvenes, que “pueden hacer una revolución silenciosa de una generación a otra, si a las legislaciones le sumamos educación contra la explotación de mujeres“.

Algunos números
Según el informe anual sobre trata de personas de la Oficina para el Monitoreo y Lucha contra el Tráfico de personas, en el último año se realizaron 391 investigaciones en relación a la trata, 86 procesamientos (59 por trata para la explotación sexual y 27 para la explotación laboral) y se condenó a 25 responsables, que recibieron penas privativas de la libertad de tres a once años. El personal del Programa de Rescate informó que en el 40% de los casos con fines de explotación sexual hubo complicidad policial, ya sea por consumo o por vínculos con el propietario del burdel. Además, el  70% de los casos están directamente vinculados al narcotráfico.

En la Argentina hay al menos 700 personas desaparecidas por trata para la explotación sexual y laboral. En cuanto a los modos de captación, por sobre el mito del “garrotazo” que implica el secuestro en la vía pública (1%), priman las promesas sobre actividades laborales o artísticas (49%). Además, las estadísticas indican que por cada víctima que denuncia, hay 20 que no lo hacen.

Las ausencias
Aunque no figuraban en el programa, algunas de las figuras prometidas y más esperadas en el Foro no se hicieron presentes: Susana Trimarco, mamá de Marita Verón, el premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel y Alicia Kirchner faltaron a las jornadas y con ellos, quizás, la posibilidad de contextualizar a nivel nacional la problemática de la trata, de profundizar en casos locales, de enfatizar en estrategias concretas a nivel regional y de establecer un debate más enriquecedor entre los asistentes. Si el Estado Argentino rescató más de 7 mil víctimas, ¿por qué la organización no invitó a ninguna a compartir su experiencia?

El cierre del foro estuvo a cargo del gobernador de la Provincia, Daniel Scioli, quien remarcó la necesidad de escuchar a las víctimas para ir “a lo profundo” y terminar para siempre con el tráfico de personas.

Pobreza, violencia familiar, captadores cibernéticos y la cultura de tolerancia frente a la prostitución fueron los ítems que hicieron concluir la necesidad de  atacar las causas para prevenir, y de castigar a los culpables para erradicar, por fin, un negocio mundial que cuenta con la connivencia de todas las fuerzas represivas, políticas y empresariales del planeta.

Por Carolina Rosales Zeiger
@caroerrezeta

Fotografía: Almendra Portilla