Violencia, abuso y una hija arrebatada. La pelea de Miriam


DESTACADO 105 MMiriam Orozco es oriunda de General Lavalle, localidad ubicada al sur de Córdoba. Hasta hace 10 meses era una mamá como tantas otras, con dos hijos, uno mayor de edad y una pequeña de 8 años, hasta que el infierno tocó a su puerta.

El año pasado vio que algo no estaba bien con su hija, la llevó a su ginecóloga de confianza y allí descubrió el horror: su hija había sufrido abusos, sumado a la violencia de género que ya venía sufriendo por parte de su ahora ex pareja, Mario Alberto Cerioli. Acá empezó el calvario.

Hizo la denuncia el 22 de diciembre de 2014 pero la justicia no hizo nada, lejos de ayudarla, la detuvieron y la estuvieron por declarar insana. Recién el 30  julio el fiscal Bergese pidió una cámara Gesel, 7 meses posterior a la denuncia. Además que tuvo irregularidades dicha cámara, la pequeña nunca recibió atención de un médico forense.

A continuación el relato de este infierno en primera.

¿Cómo y cuándo comenzó este calvario? ¿Cuándo empezaron los primeros indicios de violencia?
Los primeros indicios de violencia comenzaron luego del nacimiento de mi hija. Empezaron los maltratos debido a que al padre de mi hija no le gusta trabajar y tiene problemas con el alcohol. Como resultado de esto es que perdió mi capital, y desde ese momento sufrimos maltratos mi hijo y yo.

¿Cómo te diste cuenta que algo no estaba bien con tu nena?
Lo peor se inició el año pasado, a fines de septiembre, cuando mi hija comenzó a tener irritaciones cada vez más frecuentes en sus genitales. Yo quise investigar qué le pasaba a mi nena, por eso la llevé a Río IV a la clínica del Dr. Baristat. Allí se le hicieron una serie de estudios. Luego me derivaron a una ginecóloga de confianza o de niños en Córdoba, y en ese momento decidí llevarla con la Dra. Maricel Noelo, pues ella me atendió a mí durante el embarazo de mi hija y otros dos anteriores que había perdido. El padre no quiso acudir a la consulta. Fue en ese momento que arrancó el peor horror de mi vida: darme cuenta de que mi hija estaba siendo abusada por alguien. Llamé urgente a su papá y le dije lo que estaba pasando, a lo que me respondió que estaba loca, que no podía decir eso y que tenía que hacerme tratar.

¿Qué pasó luego de darte cuenta del abuso? ¿Cómo reaccionaste?
Cuando regresé le dije que mi hija no iría más a la casa de sus abuelos (los padres de mi ex marido). Como mi hija ya no iba de mis ex suegros, un día el abuelo se cruzó en el patio diciéndome que si yo necesitaba ayuda psicológica él me pagaba un terapeuta o me internaba unos días. Luego de esto mi ex, mi ex, Mario Alberto Cerioli, comenzó a darme pastillas para sedarme en un té o café, yo perdía la noción del tiempo y dormía mucho, hasta que me di cuenta de esto. Una semana antes del 20 de octubre de 2014, para el día de la madre, le dije a Cerioli que viajaría a Canals con mis hijos a ver a mi familia. El asintió y nos acompañó. Cuando llegamos él se quedó solo con mi madre y le dijo que yo estaba mal de los nervios, que necesitaba internarme porque estaba muy mal, a lo que mi mamá me retó y me preguntó qué estaba pasando. No pude hablar con ella a solas. Luego volvimos a Lavalle.
A mi ex lo eché de mi casa porque alguien estaba abusando de mi hija.

¿Cuándo denunciaste el abuso?
El abuso a mi hija lo denuncié el 22 de noviembre de 2014 ante el fiscal Bergese. Recién el 30 de julio el fiscal pidió una cámara Gesell.

¿Qué resultó de la cámara Gesell? ¿Hubo algún otro peritaje a tu hija?
La Cámara Gesel estuvo mal hecha, duró 40 minutos y mi hija jamás tuvo atención de un médico forense. El tema es que el fiscal dejó pasar demasiado tiempo entre la denuncia y la cámara, esto fue para que yo callara y así hacerme quedar como insana. Ante esto viajé a Córdoba Capital y denuncié la incompetencia de Bergel ante el fiscal general Alejandro Moyano.

¿Cómo y cuándo fue el momento en que te arrebataron a tu pequeña?
El 27 octubre a las 18 hs crucé el patio con mi hija de la mano a la casa de los abuelos para que mi nena busque su bicicleta. Lamentablemente salió la abuela, la tomó de la mano y la llevó hacia adentro. Cuando intenté agarrarla el papá y el abuelo me sacaron a empujones y golpes. Mi ex me llevó mi casa a puro golpe, fuimos al dormitorio y ahí me apretó el cuello de tal manera y con tanta saña que me desvanecí. Él me reanimó y cuando volví en mí me defendí, le respondí con golpes y le grité desesperada que quería a mi hija conmigo.

¿Cómo fue que terminaste en la cárcel? ¿Con qué excusa? Si solo pedías, nada más y nada menos, que justicia por tu hija.
Mi ex suegra llamó a la policía porque yo los agredía. Sin querer marqué el teléfono de una amiga cuando intentaba llamar a la policía, después de esto mi ex me rompió el celular. Viendo la situación mi amiga llegó a mi casa a acompañarme porque yo estaba desesperada. Alrededor de las 20 hs arribó el policía Mario Guzmán, enviado por el Comisario César Sarmiento. Ellos requerían los estudios que le había hecho a mi hija para que los chequeara la doctora policial Griselda Marani. Yo les dije que los estudios no se los daría, pero que sí los llevaría a la comisaría, por lo que me fui con ellos a la dependencia y dejé a mi amiga en mi casa ante cualquier eventualidad.

Ya en la comisaría la Dra. Marani dijo que la irritación de los genitales de mi hija es debida a parásitos, pero yo jamás vi a mi hija, ni a esta doctora porque el comisario me dejó en una oficina custodiada. Luego el comisario me entregó los estudios de mi hija, yo le pregunté  si me podía retirar y me dijo que no, que quedaba detenida…  me habían arrebatado a mi hija, me habían golpeado, asfixiado hasta perder el conocimiento y me dejaban detenida a mí…

A eso de las 12 de la noche me llevaron a un calabozo y me dejaron encerrada hasta el otro día, luego me trasladaron hasta Laboulaye que está a 50 km, más precisamente al SENAD (Secretaría de niñez, adolescencia y familia) donde ya estaban los abuelos y el papá de mi nena. Tenían todo listo para que mi hija se quedara con mis ex suegros. Previo a esto, y antes q fuera la policía a mi casa, mi ex marido había llamado a mi hijo que se encontraba en Mendoza para que firmara una autorización para internarme en el Fundadic (clínica privada) de Río IV, como mi hijo le dijo que no llamó a mi mamá porque mi ex, al no estar casados no me podía internar.

La  mañana del 28 de octubre el comisario Sarmiento me llevó al hospital de Laboulaye a una pericia psiquiátrica con la Dra. Perla Rupo, quien le dio un certificado en el cual constaba que estoy totalmente apta y que no tengo ningún trastorno. El comisario perdió ese certificado y lo tuve que pedir nuevamente el 11 de noviembre. En conclusión el Comisario Sarmiento me dejó detenida sin denuncia y me trasladó a 50 km por orden y cuenta de él y de mi ex marido.

¿Con quién vive la pequeña ahora?
Desde este último episodio es que mi hija vive con los abuelos y el papá.

¿Cuenta el padre con antecedentes de violencia, fue investigado por esto?
El padre de mi hija nunca fue investigado por la amistad que mantiene con el comisario César Sarmiento y con el intendente de General Lavalle, Miguel Veliz.

¿Tuviste amenazas o episodios violentos por parte de tu ex marido luego de que salte a la luz el abuso de tu hija?
Al principio las amenazas de mi ex pareja fueron verbales y por celular. Pero luego intentó atropellarme en dos oportunidades con una camioneta. Tengo testigos que presenciaron uno de estos ataques. Ya hice alrededor de diez denuncias pero el fiscal de Laboulaye, el Dr. Bergese, las archiva. Uno de los últimos intentos de ataque se dio una madrugada en mi casa. Mi ex llegó y empezó a los tiros, y hay un testigo que lo vio salir del patio. Ante esto último el fiscal tampoco hizo nada.

El pasado viernes 7 de agosto la legisladora Graciela Sánchez me acompañó a la fiscalía de Laboulaye, aunque no encontramos respuesta alguna. Allí nos dijeron que el testigo que vio a mi ex pareja salir corriendo de mi casa luego de los disparos no pudo ser claro porque, según ellos, hay una distancia de 80 metros desde donde vio lo sucedido. Pero esto no es así. Por eso es que los invité al fiscal y a su secretario a mi casa para que corroboraran los metros de distancia. A esto me contestaron que ellos se guiaban por los informes del comisario Sarmiento.

En resumen el padre de mi hija se maneja con total impunidad a pesar de los tres intentos de ataque, la violencia que ejerce y los delitos que comete.

¿Cómo llegaste a conocer a Alicia Peressutti? ¿Recibís ayuda de otras personas?
Luego que este señor me intentara matar en la madrugada del 3 de julio, por medio de la Dra. Noelo me contacté con Alicia, quien me pidió que viaje a Villa María. Allí me refugió en su casa puesto que en general Lavalle no contaba con protección y no podía quedarme ahí porque corría riesgo mi vida. Además cuento con el apoyo de Graciela Sánchez, que es legisladora y colaboradora de Alicia.

¿Cómo se están manejando en este momento?
La legisladora Sánchez se dirigió a Córdoba Capital para tener una entrevista con Mauro Moyano, director de Desarrollo Social de esta provincia, para exigir respuestas por mi caso y para que le digan por qué a mi hija la tienen los abuelos y yo no la puedo ver. La respuesta que obtuvo fue que yo tengo problemas psicológicos, a lo que Sánchez le presentó tres pericias psiquiátricas y dos informes de mi psicóloga (quien me atiende desde noviembre de 2014) en los cuales consta que estoy apta y que no tengo ningún problema mental. A esto Moyano le dijo que mi hija no quería estar conmigo, cuando yo sabía que ya estaba la orden de re vinculación con mi nena.

El 12 de agosto pasado llamé al área local de general Lavalle para saber si había algún avance sobre mi caso, para tristeza mía hasta ahora no han notificado nada. Moyano ya no nos atiende el teléfono, porque seguro no sabe qué decir ni qué excusa poner para no entregarme a mi nena.

¿Qué sabés de tu hija en este momento? ¿Cómo está?
A mi hija no la veo desde el 2 de junio. Sé que está teniendo problemas de salud porque me comunico con la vice directora de su colegio. Me comentó además que está faltando bastante últimamente. La verdad ya no puedo más…

Hace casi un año que peleo para que haya justicia para mi hija, para que se aclare lo de su abuso, y para tenerla conmigo. Hace dos meses que no la veo directamente… Espero que alguien me escuche.