“Estoy cansado no puedo dormir”
«Durante la primera mitad de los 90s los veinteañeros de entonces, ahora disfrutando los últimos días de sus treintas, encontraron en la ignota Seattle una voz. Seattle es la capital del estado de Washington, al extremo noroeste de Estados Unidos. Es la Capital de la lluvia, como le dicen los norteamericanos. Ya era la cuna de Starbucks, aunque la “Mc Donald`s del café” no era lo que es hoy en día. Un tal Jimi Hendrix nació en Seattle, pero más allá de eso, en la cultura norteamericana y ni hablar en la mundial, la ciudad de ASDSADSA era casi irrelevante.Pero llegó el año 1989 y un grupo de adolescentes editó Bleach. ¿Quiénes? Pues Nirvana, la banda que transformó a uno de ellos en La voz de la Generación X. ¿Quién? Kurt Cobain, dueño de una voz aguardentosa, llena de dolor y congoja. Este 20 de febrero cumpliría 43 años. La fama, una adolescencia marcada por el divorcio de sus padres, una luchada adicción a la heroína y una sensibilidad a flor de piel lo llevaron al suicidio en 1994. Se convirtió en el último miembro oficial del Clan de los 27 (http://es.wikipedia.org/wiki/Club_27). Mucho se ha dicho acerca de Nirvana, Kurt Cobain, Nevermind (segundo disco de la banda, incluye Smells Like Teen Spirit), Courtney Love (la esposa de Kurt), la Generación X, el Grunge y el MTV Unplugged in New York.Sin intención de reinventar la dinamita, esta nota se detendrá en el MTV Unplugged, editado a fines de 1994. El show había sido un año antes y los fans y la crítica hablaron muy bien de él. La banda era conocida mundialmente y sus discos se vendían muy bien. Sin embargo, había quienes limitaban el sonido del grupo al más estricto grunge. Ruido, gritos e instrumentos fuertes. Con el unplugged supieron mostrar otra faceta, una más armoniosa y en algunos puntos, más oscura.El disco en cuestión puede funcionar muy bien como acceso para novatos del género. No es un CD de grunge, pero la esencia de los temas se mantiene, por lo que, una vez que se incorporan a nuestro cuerpo, cuando se las oye con mayor potencia, resulta más familiar y amigable.Las melodías dominan las canciones en MTV Unplugged in New York. La voz de Kurt genera la idea de un cuchillo que siempre está por cortar las venas. Hay dolor, nostalgia, desesperación, miedo y alguna pizca de humor cínico. Sabiendo el final de la historia (Kurt se suicidó en abril del `94, meses después de ese recital) uno podría agregarle cierta dosis de morbo al álbum y definirlo como: “los últimos cantos de un hombre antes de matarse”. Tal vez la idea de suicidio haya estado desde hacía rato en la cabeza de Cobain, pero no hace a la esencia de la nota.En Pennyroyal Tea, cuando Kurt canta: “I’m so tired I can’t sleep (estoy tan cansado, no puedo dormir)”, su voz se transforma en un lamento desgarrador.Como cualquier disco de gran recepción, hoy en día puede ser comprado en CD, DVD, Itunes o bajado por Internet. Como dirían los rappers de Black Sheep: “The Choice Is Yours”. Es un álbum que plantea un camino de ida; tal vez conviene apagarlo antes de que te arrastre con él.Por Nicolás Melandri