La obra de Christo… y Jeanne-Claude
Christo Vladimirov Javacheff y Jeanne-Claude Denat de Guillebon¿Por qué el Reichstag cubierto por una tela es arte?Existen dos clases de personas: los que frente a una pintura, escultura, foto o cualquier otra expresión artística se preguntan por qué es arte, y luego están los que tratan de interiorizarse con la obra para poder saber por qué y si es que se conmueven de alguna manera. Lo cierto es que no hay ninguna ley que diga que el arte debe ser lindo en un sentido estético, dejar un mensaje de amor y paz y/o contar una historia.Para destrabar un poco la relación históricamente conflictiva entre el arte moderno y el público no especializado podemos usar como caso de estudio la obra de Cristo. Perdón, de Christo y su esposa Jeanne-Claude.En el museo Phillips en Washington D.C., Estados Unidos, hay una muestra especial dedicada al trabajo de los artistas Christo y Jeanne-Calude. La exposición en cuestión se llama Christo and Jeanne-Claude: Over The River, a Work in Progress (Sobre el río, un trabajo en progreso) y consiste en una serie de fotos que muestran al matrimonio explicando a varias personas de qué trata su obra, intentando conseguir los permisos oficiales para llevarla a cabo, y algunos bosquejos, dibujados por el propio Christo, de cómo quedará cubierto el río.En definitiva, no nos muestran una obra de arte completa, por lo que las imágenes probablemente solo interesen o conmuevan a quien conozca el trabajo del artista búlgaro. Pero no todo está perdido…En una sala de cine dentro del Phillips proyectan un documental acerca del trabajo Wrapped Reichstag (Reichstag envuelto). La filiación dura algo más de una hora y es un delicado recorrido por la historia detrás de la obra hasta su realización y las reacciones de las personas frente a ella.Resulta admirable la tenacidad y la convicción de la pareja para convencer a los legisladores alemanes. Fueron 20 años de charlas, entrevistas y llamados que, reflejados en las canas de christo, ayudan a concienciar al espectador del trabajo que se necesita para materializar una idea tan ambiciosa como cubrir el Reichstag.Convencidos los representantes del pueblo alemán, el documental nos muestra los preparativos para comenzar con la obra. Resultan curiosos algunos de los comentarios de los trabajadores que participan en la elaboración de la tela y las sogas. Un obrero cuestiona a la obra, concebida para durar 14 días, por ser notablemente efímera, en otra sintonía, un trabajador se enorgullece de que la soga que está haciendo vaya a formar parte de algo artístico. Una vez que logran cubrir el Reichstag, tarea que llevo una semana, abrieron el paso al público para que pudiera acercarse al edificio y tocar la tela y poder palpar el arte. La gente corría con los brazos en altos mientras gritaban, como emulando al Rocky que sube las escaleras de un edificio público en Philadelphia.¿Por que la gente reaccionó así? Simple, porque el congreso de su país estaba tapado por un manto blanco que se movía con el viento y le engordaba la cintura, o en las partes más altas las textura cobraban una fuerza tan grande que parecían esculpidas en un glaciar. Pero ¿qué estoy diciendo? Los edificios no tienen cinturas, ni el Reichstag es un pedazo de hielo pasado por un cincel. Esas imágenes solo estuvieron en mi cabeza…Allí está la belleza del arte. Nos conmueve, nos compromete a interactuar con él. Entonces, cómo no celebrar a aquello que nos crea esas imágenes, ruidos, olores o manifestaciones de cualquier tipo en nuestra mente. Eso es el arte. Por eso un edificio o un río cubierto o miles de sombrillas al costado de la ruta son arte.