El abismo entre lo que narra la televisión chilena y lo que ocurre en las calles es insalvable. La cifra de muertes, heridos y detenidos es incierta. El Estado declaró que hasta el día de ayer 15 personas habían muerto. Pero medios serios y ciudadanos dan cuenta de muchísimos más.
Por ejemplo, CIPER informó que Axel Andrés Núñez, de 39 años, fue asesinado en Maipú a golpes por la policía y su nombre no fue incluido en cifras oficiales. Casos similares abundan. Y en las regiones fuera de Santiago es aún más difícil contabilizar estas muertes.
Los toques de queda continúan de forma indefinida de norte a sur, adelantados a las 6 pm en las regiones más grandes, como Santiago y Valparaíso, y a los 9.500 efectivos militares en las calles, el ministro del Interior dijo que se sumarían más. Para contener las protestas, sólo el ejército gastó 44 millones de dólares en equipo y armamento, según CIPER. En dos compras, adquirieron 36.725 cartuchos antidisturbios. Por otro lado, la Policía de Investigaciones (PDI) compró 2,000 cartuchos calibre 12. Varios hospitales han estado desbordados debido al alto número de heridos y las cifras crecen cada día de forma exponencial.
Estos heridos en estado crítico tienen contusiones oculares, en la cabeza, y perforaciones por balas antimotines alojadas en sus cuerpos, como lesiones por bombas lagrimógenas y los tanques lo que los mantiene en una delicada situación de salud. También, la policía ha atropellado a ciudadanos a mansalva con sus tanques.
Cifras de la Fundación Gente de la Calle, estima en 20 mil el número de deambulantes en Santiago. ¿Qué significa esto en medio de toques de queda a las 6pm para personas que no tienen un techo? Balas incrustadas en sus cuerpos por no tener a dónde ir. Ayer un deambulante recibió seis impactos de balines, le dislocaron la rodilla y se cauterizó sus heridas con un cigarrillo. El día anterior también le dispararon.
Videos ciudadanos muestran a militares disparando a quemarropa a ciudadanos indefensos, secuestros en casas, golpes a niños indefensos, atropellos y grupos de la fuerza del Estado aspirando cocaína. También se han denunciado violaciones en los centros de detención.
Esta violencia inusitada no aparece en la televisión porque desde la dictadura esta ha sido brazo del Estado para ocultar y justificar la barbarie. Sólo atiende los saqueos que, aunque lamentablemente ocurren a diario, son un sesgo de lo que realmente acontece. Minimizarlos sería iluso, pero esta cobertura poco ética y rigurosa cuyo fin es infundir miedo y paranoia para justificar la militarización ha sido denunciada incluso por la Escuela de Periodismo de la Universidad de Chile en expresiones escritas.
Sin embargo, no todo es violencia. «Chile despertó», gritan en las calles. Hay cánticos, algarabía, movilizaciones multitudinarias, cacerolazos, solidaridad. Abrazos, niños junto a viejos, pensionados, maestros, lisiados, perros. Un país como un puño apretado.
Si quieren informarse con periodismo serio, recomiendo los siguientes medios:
•ciperchile.cl
•biobiochile.cl
•cooperativa.cl
•radiovillafrancia.cl
🇨🇱🇨🇱🇨🇱 #SeguiremosInformando