Termorregulación en climas de frío extremo: otra lucha en las trincheras de Malvinas


Termorregulación en climas de frío extremo: otra lucha en las trincheras de Malvinas

En esta entrega me voy a alejar de los sistemas de entrenamiento, las técnicas de los ejercicios y demás. Esta vez trataré de informar sobre la lucha del organismo por mantener la temperatura corporal, de dar un pantallazo de las respuestas fisiológicas asociadas con el estrés por el frío. No voy a hacer una referencia histórica de la guerra de Malvinas, pero sí tratar de ubicarnos en el contexto climático. Y como se sabe por numerosos testimonios y datos informativos, nuestros soldados también lucharon contra las bajas temperaturas, el viento y el agua entre tantas otras cosas.El centro termorregulador de la temperatura corporal es el hipotálamo que tiene una temperatura aproximada de 37º C, la cual sufre fluctuaciones diarias de hasta 1º C. Una reducción en esta temperatura genera un impulso de este centro regulador para activar los mecanismos que conservan la temperatura corporal. Los principales medios con los que nuestro cuerpo se defiende contra el excesivo enfriamiento son: el temblor, la termogénesis de origen distinto al temblor y la vasoconstricción periférica.Los temblores son contracciones musculares no controladas que pueden aumentar 4 ó 5 veces el ritmo de producción de calor corporal en reposo. Por su parte, la termogénesis de origen distinto al temblor supone la estimulación del metabolismo por un sistema nervioso autónomo simpático. El creciente ritmo metabólico aumenta la intensidad de producción de calor. Por último, la vasoconstricción periférica trata de reducir el flujo sanguíneo hacia la periferia previniendo la pérdida innecesaria de calor.Puesto que estos mecanismos con frecuencia son ineficientes, debemos valernos de la ropa y la grasa subcutánea para facilitar el aislamiento del ambiente de nuestros tejidos corporales profundos.Pero no sólo contra los grados del termómetro lucha el organismo ya que existen dos factores que agravan más esta situación de pérdida de calor, ellos son el viento y el agua. Existe el frío causado por el viento pues este representa un factor de enfriamiento más agravado al incrementar la pérdida de calor por convección y conducción. La convección es la pérdida de calor del cuerpo hacia las partículas del aire o agua que entran en contacto con él. Puede llegar a suponer una pérdida de calor de hasta el 12 por ciento, la cual es proporcional a la superficie expuesta. En cambio, la conducción es la pérdida de calor corporal al entrar este en contacto con otros objetos más fríos, como por ejemplo el suelo.Asimismo cuanto más húmedo es el aire, mayor es el estrés fisiológico al frío, y si el cuerpo está inmerso en agua fría se pierde calor 4 ó 5 veces más rápido que en el aire a la misma temperatura.Hemos visto en forma básica y general cómo debe esforzarse el cuerpo para mantener su temperatura interna cuando se ve expuesto a temperaturas extremadamente frías, y si a esto le sumamos un desequilibrio en la ingesta calórica, mas ropas inadecuadas para estas temperaturas, y agravado por un estrés emocional…  no estaremos ni remotamente cerca del esfuerzo realizado entre el 2 de abril y el 14 de junio de 1982 por nuestros soldados en las Islas Malvinas. Bibliografía:Wilmore, Jack H. & Costill, David L. – Fisiología del esfuerzo y del deporte (5ed)AutorMauricio Siriinfo@medioslentos.com