“Si yo hago una fuga a la manera de Bach, siempre va a estar tanguificada”: Festival argentino del “Dos por Cuatro”.

“Si yo hago una fuga a la manera de Bach, siempre va a estar tanguificada”: Festival argentino del “Dos por Cuatro”.

Agosto fue testigo del festival Mundial de Tango 2011, de la emoción y del orgullo de una cultura criolla inigualable. Agosto fue testigo de un espacio recorrido por 400 mil personas en tan solo dos semanas. Bienvenidos al mundo de los bares académicos, lugar donde Johann Sebastian y Carlos cantaron la belleza de Buenos Aires.Astor Piazzola fue un poeta musical, un instrumentista orquestal del tango. Un escritor de melodías, un maestro de estilo. Un recóndito misterio universal de género, compatriota abandonado, refugiado en las sombras fantásticas de una Europa ansiosa de nuevos ingredientes artísticos. El gran distribuidor gran.El Tango se ha convertido en una Bella Arte del mundo todo. Tan iluminado de “las dos orillas”, o tan enigmático y veloz como los orientales. Galardonado por su danza y música, por su espíritu y bondad humeante. Es por ello que el Ministerio de Cultura del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires organizó “Tango, Festival y Mundial 2011”, un encuentro ilustrativo que reunió a más de quinientos artistas profesionales de nacionalidades miles. Declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por el Comité Intergubernamental de la UNESCO, el tango genera maravillas sensoriales en todo cuerpo humano. Esa magnificación artística logró configurar un espacio de comunicación y sociedad comunitaria en toda una generación expositora. Conciertos, espectáculos, milongas, fiestas, conferencias, ciclos de cine, muestras múltiples, clases de baile y una radio en vivo. Medio millón de espectadores fascinados por la oferta.

La música, el gigante del deseo. “Al evocarte…Tango querido, siento que tiemblan las baldosas de un bailongo y oigo el rezongo de mi pasado…”, cuánta razón en tu sintaxis, querido Discépolo. Y desde aquella paranoia de la bohemia porteña, algunos de los conciertos más populares fueron: Jairo interpretando a Gardel. Homenaje a Osmar Maderna con la Orquesta Típica Sans Souci. La orquesta de Salgán, Colángelo & Baffa homenajeando a Troilo; Tango Big Band con D’Coté; Amelita Baltar y Horacio Molina; Orquesta Escuela Emilio Balcarce con Victor Lavallén, Sandra Mihanovich interpretando a Eladia Blázquez. “Bandoneonazo”, “Tango Fusión” y “Quetango”. Orquesta de Leopoldo Federico, Orquesta “El arranque”; Raúl Lavié y Ultratango. Nestor Manconi Quinteto, Horacio Ferrer. Alberto Podestá, Quinteto Viceversa, Graña y Esteban Morgado. Atilio Stampone Quinteto, con Luis Filipelli y Juan José Mosalini Quinteto, entre otros tantos. Una explosión artística, diseminada en catorce días.Uno de los matices atrayentes fue la solemne cartelera de cine que Tango Buenos Aires proyectó. La programación fue realizada por el BAFICI, organismo que realizó una selección virtuosa de películas documentales que desarrollan la transmisión sentimental y semántica del género musical. El objetivo, complejamente simple: dilucidar este lenguaje artístico enigmático, gustativo y sensual. Entre la muchedumbre cultural, algunos títulos fueron: El Hombre que Baila, A puro gesto y Orquesta típica.Ricardo Guiraldes fue certero y profeta: “Tango fatal, soberbio y bruto. Notas arrastradas, perezosamente, en un teclado gangoso. Tango severo y triste. Tango de amenaza. Baile de amor y muerte”. El movimiento acompaña a lo mágico de una onda sonora acompasada. Siluetas en constante alegoría y pasos conjuntos. Un bandoneón con la seducción de la pareja porteña. La escena, el baile. El pasado homenajeado, una tradición conquistada. Allí, fueron testigos de: Ana María Stekelman, Carlos Copello, “Anoche” un baile de Tango, entre otras tantas multitudes artísticas. La programación reunió a trascendentes bailarines de todo el mundo, exponentes estilísticos. Un placer colectivo.

Entre las fiestas, milongas y las clases de baile, las conferencias. Encuentros académicos, la mixtura entre la teoría y la empírica. La reflexión y el debate, la cotidianeidad reemplazada por la inesperada sorpresa propia de la novedad. Laura Falcoff, charlas, mitos y verdades del baile de tango, fue uno de los grandes exponentes del festival. Claro que la agenda era continua y amplia: encuentros con Coleccionistas, dirigido por Boris Puga; Odile Fillion en Milongueros y Tango en Francia, son otros magníficos ejemplos. Belleza, pura belleza humana. Nuestras manos en las teclas. Una pasión conectora de animalidades repletas de incorrecta perfección. El fuego de una catarsis latina, de la repetividad ciudadana, del humo oriundo de una alcantarilla en Corrientes y Callao.Una vez más, nuestra deliciosa Buenos Aires acarició a una de las Bellas Artes más codiciadas de la historia. Sabias palabras de Ramón Gómez de la Serna, “El tango está lleno de despedidas”. Todos los hambrientos de la cultura, hemos decidido, sencillamente, confesar un “hasta pronto” y darnos la sutil bienvenida a lo inexplicable de la imaginación.      AutorPablo Sturbapablo@medioslentos.com