Ahora se puede decir que la misión está cumplida.
Una vez más, y en esta oportunidad sin sufrir ni transpirar tanto; la selección Argentina de fútbol, le ganó por 5 a 2 a su par de Paraguay, en Asunción, y logró el pasaporte para estar entre los próximos 32 equipos que disputarán el mundial del año venidero a llevarse a cabo en Brasil.
Con características fundamentales para llegar al objetivo, como la unión del grupo, el compromiso de los jugadores y el sentido de pertenencia e identidad para con la forma de trabajo del entrenador, por parte de todos y cada uno de los futbolistas convocados en una u otra instancia; fueron motor necesario para estar primeros en la tabla de las eliminatorias y así sin despeinarse llegar a la Copa del Mundo.
Con un técnico de bajo perfil, laburador, estudioso, un hombre que sabe sacar lo mejor de cada uno de sus jugadores y aportarlo para el conjunto. Con una idea clara, simple y sencilla de jugar, se llegó a Brasil 2014. Sin embargo no todo es color de rosas. Todavía el equipo presenta algunas falencias en defensa que en un mundial te puede costar el ticket de vuelta.
De mitad de cancha para arriba, la selección albiceleste es una Ferrari, de la mano de Messi, Di María, Agüero, Palacio, Gago, pero de la mitad para atrás el equipo es una carreta. Sufre desacoples cada vez que el rival ataca, tiene problemas en las pelotas paradas y por momentos no hay claridad en la salida con el balón por abajo.
Es es quizás el único punto a trabajar en este equipo de cara a los próximos ocho o nueve meses hasta que empiece la Copa, y si de una vez por todas queremos revalidar los títulos que hicieron grande a la celeste y blanca en 1978 y 1986.
Pero todo aquello al hincha nacional no le interesa, pues las agencias de viajes ya están armando los paquetes para llevar a miles de fanáticos al país vecino. Muchísimos argentinos ya están anotados en listas aún sin saber en dónde, cómo y cuando jugará el equipo. La proximidad con el país organizador, la oferta turística que éste ofrece, más allá del espectáculo propiamente dicho, hacen que la combinación sea por demás atrayente.
Ni el cepo cambiario, ni la dificultad para conseguir dólares, parecen parar esta locura por llegar al país carioca el próximo mes de junio.
Sea por avión o en autos, se estima que treinta mil compatriotas viajarán a Brasil a alentar a la selección.
En lo personal será cuestión de preparar la valija, sacar la camiseta argentina del cajón, mandar a coser la bandera, porque como dice Fito de Rosario…Brasil estuvo cerca…..siempre estuvo cerca.