Hijos de funk


Hijos de funk

Todos ponían carita de asco, de rechazo, de: “No podés gastar plata o tiempo en eso”. Había escuchado muy poco de funk brasileño y estando en Río de Janeiro quería aprovechar para comprar algún CD que me diera una honesta idea de qué se trataba.Pero la historia de éste género, obviamente, se remonta a tiempos anteriores a mi llegada a tierras cariocas.El funk es conocido como tal solamente en Río de Janeiro. En el resto del país verdeamaerelo se lo llama funk carioca. Según el periodista Hermano Vianna, en la década del 70 las fiestas se ponían buenas cuando lo que sonaba era James Brown. Así se mantuvo hasta 1989. Los discos solían traer en el lado B las versiones instrumentales de los hits que pasaban los DJs. “Pero los bailarines necesitaban cantar y por eso inventaban letras”, explica Vianna. Personalmente, me parece que no puede ser menos que atrayente que exista un ritmo musical que tenga el nombre de otro mundialmente famoso, pero que sonoramente no se parezcan. No muchos querían contarme acerca de éste ritmo, sólo me decían que era lo que se escuchaba en las favelas. De nuevo entonces con las caritas de asco y rechazo.Yo quería comprar algo de Baden Powell, algo de rap local y algo de funk. Las respuestas eran: “Andá a Modern Sounds”, (http://www.modernsound.com.br/default2.asp)”, aparentemente la mejor disquería de la ciudad. Con las caritas de asco y rechazo atrás, llegué al local de la rua Barata Ribeiro 502, en Copacabana. En un portuñol muy parecido al de aquella publicidad de una telefónica (http://www.youtube.com/watch?v=_bWoLqJiZUE) le dije lo que quería al empleado. Me asesoró muy bien, porque todos los CDs que compré me parecieron excelentes. Uno de ellos es Tributo Ao Funk, de Fernando Luiz Mattos da Matta, conocido como DJ Marlboro. Justamente un LP suyo es considerado como el primero del funk brasileño (Funk Brasil 1989). El primer tema de esta recopilación es de MC Cidinho & MC Doca. 

“Yo se quiero ser feliz/andar tranquilamentepor la favela en la que nací”

En sus comienzos, el funk carioca era un género de denuncia, protesta. Era un género casi fotográfico. Retrataba la realidad de quienes viven en la favela, rodeando la ciudad tan distinta y lejana. Cidinho y Doca no son conocidos en Argentina, al menos por nombre. Un tema versionado por ellos es tarareado por muchas personas mientras esperan el subte o el colectivo. Rap das armas, http://www.youtube.com/watch?v=K2Q6OPHBgOs, que es la canción que una marca de analgésicos utiliza para promocionar sus pastillas.Con el tiempo, el funk se fue alejando de sus raíces y las letras terminaron siendo relatos acerca de proezas o promesas sexuales, violencia y drogas. Odiada por los ricos, pero bailada en cada cumpleaños de la nena, y amada por los de las favelas, recuerda a los comienzos de la cumbia villera.Escuchar los 18 temas de corrido puede resultar irritante, pero es una música divertida, y con paciencia, se pueden encontrar letras que erizan la piel por su capacidad de poner frente a nuestros ojos la vida de personas que son más que carnaval. La alegría no tiene fin, a pesar de todo.AutorNicolás Melandrinicolas@medioslentos.com