Entrevista a Sebastián Díaz
Por Daniela Raschcovsky“Ya no se le ofrecen ciertas dificultades al lector”, opina acerca de la forma de narrar actual, Sebastián Díaz, en charla con Medios Lentos, autor de la novela La vestida desnudez. El escritor, locutor, y productor periodístico cuenta lo que significó esta novela para él, cómo enfrentó sus propias obsesiones escribiéndola, sus comienzos y su futuro en este rubro.La vida como escritor literario de Díaz comienza con su encuentro “casual o fortuito”, como él describe, con Eduardo Ojeda, personaje si los hay. Ojeda es el creador de la editorial Malas Palabras Buks, con una trayectoria bastante particular. Ojeda luego de años de mandar sus textos a las editoriales y ser rechazado decidió crear la suya propia, y fue ahí donde publicó todos sus libros.“Desde que nos conocimos hablábamos de otros temas, menos de literatura. Hasta que encontré sus obras publicadas. Y las devoré. Recién ahí pude descubrir el vasto y fascinante mundo-ojedeano con el arte. Le presenté mi novela. La envió a hacer un informe de lectura., y Ojeda confió en ese informe positivo, sin leer la novela. Una rareza para el que es ajeno a Ojeda y no conoce sus simbolismos. Hoy celebro la amistad que nos une”, relata Díaz.Malas Palabras Buks, de la mano de Ojeda, publicó en 2007 la novela de Díaz. Otras obras de la editorial son Vicecersa, de la periodista Nora Bar, Costa Pobre de Jorge Sachero y Material de Ricardo Bezerra. “Ver la novela convertida en libro objeto es un milagro hecho realidad. Un verdadero disfrute y agradecimiento. Malas Palabras es un lugar donde hay libertad. Solo espero que, a pesar de las dificultades económicas y de mercado contra las que deben luchar las editoriales chicas, Malas Palabras y Ojeda sigan adelante”, reflexionó el autor.La novela en sí, según cuenta el propio Díaz es “de todo un poco. Son las indagaciones, las obsesiones, las perplejidades, las observaciones, todo junto y todo mezclado. Lo propio y lo ajeno. Y lo que todavía resta por descifrar. Es la pulsión que nos hace preguntarnos una y otra vez, sobre lo que no entendemos”. El autor la define como una “novela de ideas”, característica que la diferencia de la literatura actual. “La nueva manera de narrar, es muy cinematográfica en general, ya no se le ofrecen ciertas dificultades al lector. Pero todo es cuestión de estilos, de gustos y de cómo uno pueda expresarse”, opinó Díaz.Al indagar sobre su pasado el oriundo de 9 de julio, provincia de Buenos Aires, confiesa que la escritura estuvo siempre presente: “Siempre fue una acción natural. Actuó en principio como herramienta de descarga donde ya se evidenciaban inquietudes que aún permanecen; luego como herramienta de curiosidad, entendimiento e indagación sobre lo que me rodea y sobre mí”.El futuro de Díaz, a diferencia de muchos de nosotros, no es incierto. Él asegura que continuará escribiendo y expresándose por este medio: “Sé que seguiré escribiendo, independientemente de publicar o no. La escritura es vital en mí. Por eso, creo que el único que pone las cosas en su lugar es el tiempo. El dirá y ubicará lo que me esté destinado”.