La TV redimida
Dos ciclos: En los medios e Historia presenteEntre tantas banalidades de la televisión basura, o «TV-vómito», como la definió el filósofo José Pablo Feinmann, desde algunos segmentos en la programación de muy pocos canales, especialmente en Encuentro y Canal 7, se empujan vientos que pueden barrer con semejante hojarasca de mal gusto. Esto si resultasen bien apreciados por el público masivo que frecuentemente -y bajo el falso argumento del “necesito desenchufarme”- justifica las miserias que le vende el mercado y análogamente, en el plano social político, cuando las papas queman concluye con la consabida afirmación “yo no lo voté”.Pero en fin, no se trata de descalificar como género al entretenimiento, ni mirarlo por encima del hombro (es parte del juego) pero debería tratarse de no entronizarlo como sistémico en la grilla de propuestas. Hay una televisión que no miramos (como aquel país que nos contaba Iván Grondona, por los años 80, con la puesta al aire del ciclo “El país que no miramos” que redescubría distintos lugares de nuestro país). Por eso, sería mejor no tentarse con el envoltorio del pasatiempo y darle cabida más privilegiada al conocimiento. A la realidad. Justamente los medios, a través de su dirigencia y los profesionales de este oficio, la reflejan a sus modos. Informar, analizar, investigar, editorializar, ambientar y demás géneros y subgéneros periodísticos marcan sus rutinas. Pero también existe una construcción de la realidad; una cultura de la información y de la desinformación.De todo eso, y también de la deconstrucción del fenómeno resultante, tratan dos ciclos sustantivos que arrancaron en este 2009, en canales públicos: En los medios (Encuentro, lunes a las 23) e Historia presente (Canal 7, martes a la misma hora). Ambos son altamente recomendables porque revelan la trama de cómo se llega a la noticia, cómo se desarrollan los géneros y pasos conducentes a la edición de lo que se consume en la gráfica y en lo audiovisual. Con especial interés para estudiantes de periodismo porque se pone la cámara hasta el hueso y se relata la evolución de este oficio, con testimonios de profesionales.Se deducirá, por ejemplo, que el semanario Primera Plana marcó una huella rectora en el periodismo argentino, en el tratamiento más audaz de los sucesos, más detallista y en el tono filoliterario de su redacción. Eso reorientó a los matutinos menos tradicionales. Tuvo su sucedáneo como periódico con La Opinión, también creado por Jacobo Timerman. La gráfica mamó esta impronta hasta tender a generalizarse, pero con sus propias personalidades, matices, además de sus filosofías editoriales y las especializaciones temáticas.Con los otros capítulos de la radio, televisión y el mundo digital de estos dos recomendables programas de TV, se completa una saga para no perdérsela. Es particularmente oportuna en una actualidad que abre perspectivas auspiciosas con la nueva Ley de Servicios Audiovisuales. Está por llegar una gran reapertura y reacondicionamiento laboral y mercadológico. Y estos dos ciclos escudriñan a los productos mediáticos desde adentro. * Roxana Russo es Periodista y trabajó como productora de Santo Biasatti, Román Lejtman y Hugo Guerrero Marthineitz, entre otros. Escribió notas para Página/12 e inició en el mismo diario los primeros talleres de periodismo para chicos. En la actualidad es productora de «Marca de Radio», por La Red y es la directora de la carrera de Periodismo en la escuela de comunicación ETER. ¡Gracias Roxana por tu aporte, es muy gratificante contar con tu pluma!