Manuel Mazza: “Empecé teatro para compartir y no sentirme solo. Pero mágicamente, me dio mucho más de lo esperado”
El actor, bailarín y director convoca al público contemporáneo en todos sus estados cósmicos. El joven profesional de la cultura dramática estrena “Asesino”, su máxima obra teatral. Medios Lentos recorre los caminos de un artista posmoderno, sus amaneceres y futuros proyectos. “Poder vivir más en esa sensación que media entre lo que vale y no vale la pena”, confesiones propias de la subjetividad de nuestro mundo. El universo celeste, enigmático y surreal. Soliloquios de un pasado y la transformación permanente.Actor multifacético, Manuel Mazza realizó numerosas presentaciones en teatro, cine y televisión. Integrante de elencos prestigiosos, en obras como “El nuevo mundo”, de Carlos Somigliana y “Off Corrientes”, de Roberto Campanella, entre numerosos ejemplos. Académico, tan conocedor de las herramientas técnicas que conlleva la profesión, desempeñó tareas de iluminación y asistencia en dirección. Paralelamente, destacaba sus brillantes contemplaciones del arte como bailarín en el Ballet French, efervescentemente aplaudido por un público masivo en teatros del todo el país.Anecdotarios, condimentos de nuestra bella rutina superlativa. Tuvo su tiempo de adolescencia universitaria como estudiante de Veterinaria, disciplina que ha guardado en un cajón al descubrir el espíritu del telón. Expresa empíricamente que “el arte es una ramificación espiritual sin teorías ni leyes”. Indudablemente, Manuel Mazza ha sabido desde sus comienzos en el paraíso, administrar las fichas del tablero.Infinitas son las productoras e instituciones que producen arte enla Argentina. Pesea todo, existen distinciones y honorables acreditaciones que despiertan el hambre de cultura universal en una sociedad civil. Es por ello que nuestro invitado ha sido convocado por el I.N.C.A.A en “No se culpe a nadie” (2008) y, en pantalla chica, por Polka en su popularísima ficción “Son de fierro” (2007) y “Mujeres de Nadie” (2007).En la actualidad, nos encontramos en plena vigencia de “Asesino”, obra primeriza de Anthony Shaffer, autor de “La huella”, proyecto de exquisita maestría que ha recorrido los escenarios y pantallas de todo el mundo. Las críticas son precisas y fundamentan el buen gusto artístico: “La buena mano de su autor, la inteligencia del argumento, lleno de pliegues y sorpresas; los virajes entre la realidad y su reflejo; las falsas personalidades aparentes de los personajes…, consiguen que el espectador no llegue a aburrirse en ningún momento. Por el contrario, tiene que corregir, tras cada escena, su punto de vista sobre los hechos y los personajes que se le muestran en escena”. Allí, Manuel Mazza se desenvuelve como actor y Asistente de Dirección junto a Roberto Ponce, Natacha Fornos y Betina Noguera. Con Adaptación y Dirección de Matías Gandolfo yla Traducción de Pablo Rey. Para aquellos filósofos del arte y su continua expresión sublime, los invitamos a ser partícipes de una historia inolvidable. “Asesino” presenta funciones todos los días sábados a las 21 horas en el Actors Studio Teatro (Av. Díaz Vélez 3842. Reservas: 4983-9883). Las emisiones discursivas son generadoras de sentimientos y maravillas. La función emotiva y literaria de un artista es un elemento indescifrable de la naturaleza tan inverosímil de nuestra especie. Compartimos, reunidos en las constelaciones intrínsecas, el pequeño café cultural junto a la semántica. Indudablemente, el universo artístico llegó a tu vida para resguardarse allí eternamente, ¿cuándo interpretaste que el arte sería un camino profesional a desarrollar?No sé cuando fue el momento, creo que es una sucesión de cosas que terminan encontrándote, ocupando la mayor parte del tiempo en este camino. Un día vine a saludar a Pablo Picotto (uno de mis mejores amigos, gran actor) en medio de la incertidumbre de no saber qué hacer de mi vida. Había decidido dejar veterinaria, la cual venía estudiando durante dos años y medio. Me dijo “¿Por qué no empezás teatro?”, y fue ahí donde me di el permiso de escuchar, de ponerlo en palabras. Necesitaba que me lo diga. Y también necesitaba estar en esa situación. No sé si fue ese momento, pero el camino empezó a tener forma a partir de ahí. Inmersos en lo estrictamente empírico, ¿cuál fue tu criterio a la hora de confeccionar tu estrategia para concretarte como un artista?Ninguno, escucharme y no exteriorizar el problema en otros. Quizá ese fue mi criterio. Ser lo más honesto posible conmigo. Aunque puede llegar a ser doloroso y engañoso. Y por otro lado, la palabra artista no me queda. Me causa gracia. Empecé teatro para compartir. Para no sentirme solo. Y el teatro me dio más. Porque uno es con su entorno, y por su entorno. Uno se descubre con el otro. O por lo menos siento que no hay otra manera.¿Hubo un planeamiento previo o, simplemente, “una mano invisible” manejando las fichas del tablero?Mi abuela decía siempre “Usted ponga en marcha la carreta, que lo melones se acomodan solos”, hay un todo familiar en esa mano invisible. En donde vaya uno a saber con qué criterio movió y mueve las fichas.¿Cuáles son los ámbitos y disciplinas artísticas que profundizas laboralmente?Soy actor. Estudio hace ya más de diez años. Y trabajo en un teatro.Evidentemente, el mundo de la actuación te representa con total profundidad, ¿cuáles son tus objetivos con la nombrada disciplina artística?Poder seguir disfrutando con la gente que quiero y aprender de todo lo que me ofrece la actuación. No sé si tengo objetivos calculados, los hay a largo plazo y corto plazo. Perfeccionarme, indagar en otras técnicas. Probar, jugar. Y no negar, sino trabajar con esa dificultad que surge en el día a día. Todo lo que uno dentro de todo pueda ver.Asimismo, las metodologías técnicas, como la iluminación, asistencia y dirección, han sido un respaldo profesional en tu carrera, ¿se puede vivir únicamente del arte subjetivo?No lo sé, no es mi caso (Risas).¿Qué es lo que más disfrutas a la hora de desarrollar tu arte?Que el público disfrute, que sirva para poder mover algo dentro. Que se queden pensando sobre lo que vieron. Una vez le escuche decir algo a Ana Maria Guiunta: “Uno, como actor, cuando sube a un escenario sube a una trinchera a defender algo. Cuando no hay nada que defender, no hay teatro”Actualmente, ¿participas en algún proyecto artístico?Sí. Estoy haciendo “Asesino” una obra dirigida por Matías Gandolfo en el ACTORS – STUDIO los días sábados 21:30 horas junto a Natacha Fornos, Betina Noguera y Roberto Ponce. Asimismo, estoy haciendo funciones para escuelas con obras históricas junto al grupo Cuarto Creciente dirigido por Pato Machado.¿Cómo denominarías a Manuel Mazza? ¿Por qué?Como Juan Manuel Mazza Toimil y lo que esconde el nombre, que no es poco (Risas). ¿Por qué? No sé, yo interrogaría a mucha gente para que se hagan cargo de esa pregunta.Por último, ¿qué es el arte para Manuel Mazza? ¿Cuáles son tus “cuotas pendientes” en ella?Es todo eso que no se puede explicar, sólo contemplar y que nos trae a la tierra como una flecha que nos hace sentir vivos. Mis cuentas pendientes son muchas, pero sobre todo prestar más atención a ese detalle y poder vivir más en esa sensación que media entre lo que vale y no vale la pena.Los encantos de una conversación persuasiva. El teatro, una constante incongruencia de significados y placeres, comprimido en sintaxis de periodismo cultural. La ansiedad neutral de una euforia, aquel público lector, testigo del hechizo. Una vez más, bellas artes adheridas como perfumes. Una melodía de arrabal, un misterio de la fe sensorial. Bienvenidos al inexplicable sentido de la vida.AutorPablo Sturbapablo@medioslentos.com