“Nací con una sonrisa en la mano”


“Nací con una sonrisa en la mano”

Liliana Pécora es actriz hace más de 45 años. Hizo más de 40 obras de teatro, tuvo su programa de radio y da clases en el Taller de la Risa, fundado por ella misma. Usando técnicas de su anterior profesión, maestra jardinera, ayuda a decenas de adultos a sacar a su niño interior todas las semanas. Liliana es multifacética, hiperactiva, bella. Este es el reportaje a una artista que asegura que no deja pasar un día sin reírse.En varios lugares mencionó que admira a Niní Marshall y muchos de sus amigos y colegas coinciden en que lleva su sello, ¿Por qué?La  vida es tan maravillosa que me ha dotado de dones muy parecidos a los de ella, y le rindo mi más profundo homenaje en cada actuación. Seré sincera: una vez me vio trabajar y me dijo que le hice a acordar a su «Catita”. Fue mi «Oscar»En la obra Mujeres de 60, interpreta a diez personajes con variaciones en la voz y en la actitud corporal y además fue quien adaptó el libro a la obra y la dirige, ¿Cómo construyó la capacidad de generar todo al mismo tiempo?Con total honestidad, me pregunto lo mismo y sólo encuentro una respuesta.  Nací para esto, es un don que me dio el universo.¿Cómo pasa de un drama como la obra “La casa de Bernarda Alba” a hacer algo totalmente descontracturado como Mujeres de 60?Mujeres de 60 tiene partes muy  dramáticas, donde el aire se corta con cuchillo, y Bernarda Alba es una obra tan pero tan trágica, con textos tan desgarradores que por momentos es cómica. En cambio, en Mujeres de 60, hay textos en los cuales la gente que viene de reírse a lo loco hace silencio y traga saliva. Esto se debe a que es la representación de la vida misma de una mujer de esta edad, que no es fácil.El taller de la risa surge luego la crisis de 2001 ante el corralito, según contó en una entrevista en canal Metro, ¿El taller se originó para generar risa entre las personas ante ese acontecimiento caótico o también para mejorar la situación económica personal?Ambas asimetrías a la vez. Es un chiste.  La vida es un ida y vuelta. Lo creé para mí, que estaba muy triste, y para hacerle bien a la gente. Luego el publico disfrutaba y me hacia bien a mí. ¡Y sí, vivo de esto porque me va muy bien!Hace 11 años dicta este taller, llevando también su otra profesión (de maestra jardinera). Hace poco en una nota en AM 1270 escuché que comentó que ayuda a los adultos a buscar su niño interior, ¿Cómo logra eso en los más grandes?Simplemente apelando a su inocencia. Los llevo con consignas a un mundo interior, que a veces es doloroso, pero hay que tomar el toro por sus astas, si querés cambiar, claro. Los hago jugar, recordar, oler, moverse, tocar, vivenciar profundamente la vida como cuando eran niños. Y los que están preparados para recibir al maestro se dejan llevar. Es mágico.Utiliza técnicas de clown y de improvisación que pudo sacar de su profesión de actriz, pero las clases tienen otro objetivo, que no es formar actores profesionales, tan simple y tan complicado al mismo tiempo, como generar la risa. En su caso, ¿la risa fue una búsqueda o mera casualidad?Nací con una sonrisa. A mi madre le dijeron a las 11 de la mañana, su bebe va a nacer después de las 19 hs. Y mi madre dijo: “nace antes”. Se quedó en la clínica. Y cuando quise salí, así, en el medio de un pasillo, sin tiempo a llegar al quirófano. Y desde ese momento me rio. Nadie puede planificar mi vida.¿La risa la encontró a usted o usted encontró a la risa?La risa me acunó de niña y es mi salvación. ¿Quién encontró a quién? Nací con ella de la mano. “Un día sin reírme es un día perdido” dijo usted en un reportaje, ¿Todos los días de su vida ríe? ¿Qué le aconsejaría a la gente que no sonríe a diario?Que se mire en el espejo y se rían de sí mismos. La única persona que estará al lado tuyo bancándote las 24 horas restantes sos vos.  Por eso amate como seas.Hizo más de 40 obras, tuvo su propio programa de radio, estudió flamenco, danzas árabes, salsa y merengue, taichi-chuan y ganó un premio Florencio Sánchez, ¿qué le queda por hacer?¡Trabajar con Almodóvar! Lloro de placer de tan sólo pensarlo. Soy una chica Almodóvar, pero el  aún no lo sabe. Estaría bueno que se entere algún día. Tengo 60 años y voy por más…. ¡ya me conocerá! AutorAna Laura Romeoinfo@medioslentos.com