El camino correcto…
En el fútbol argentino vienen, desde hace ya algunas temporadas, produciéndose cambios enriquecedores. Más allá de la mediocridad del juego, la escasez de figuras, las profundas crisis económicas que están atravesando los clubes grandes, las contrataciones de jugadores que cobran exorbitantes sumas de dinero en concepto de sueldo y premios que no hacen más que empobrecer a las instituciones… (Leer más)
El camino correcto…
En el fútbol argentino vienen, desde hace ya algunas temporadas, produciéndose cambios enriquecedores.
Más allá de la mediocridad del juego, la escasez de figuras, las profundas crisis económicas que están atravesando los clubes grandes, las contrataciones de jugadores que cobran exorbitantes sumas de dinero en concepto de sueldo y premios que no hacen más que empobrecer a las instituciones y enriquecer representantes; se percibe en algunas instituciones una brisa de de aire fresco que denota un cambio en pos de proyectos a largo plazo por encima de esa locura frenética por obtener resultados.
Hasta hace no muy poco tiempo nuestro fútbol estaba dominado por aquellos clubes denominados grandes. Aquellos que con la “billetera abultada” compraban las mejores figuras, armaban equipos rutilantes, “players” a los que pagaban fortunas para lograr el objetivo del campeonato.
Semejante situación, sumado a las crisis económicas que vinieron, dieron como producto que las instituciones empiecen a empobrecerse, y como contrapartida los futbolistas emigren de la entidad con los bolsillos llenos y en busca de alguna oportunidad en Europa o algún otro lugar del mundo para seguir agrandándola.
Y como si eso fuera poco, relegaron a las divisiones inferiores, las cuales en definitiva son el motorcito de todas y cada una de aquellas.
A pesar de ello, hubo algunos dirigentes iluminados que no claudicaron ante la persecución loca en pos del resultado y apostaron a proyectos a largo plazo, sostenidos en privilegiar las categorías menores para promover jugadores jóvenes de la cantera, administraciones económica responsable y sin despilfarrar los fondos.
Muchos de ellos tomando como espejo al propio Barcelona de España.
Sobrados ejemplos abundan en nuestro fútbol en todas las categorías de la Asociación del Fútbol Argentino.
Tal es el caso de Vélez Sarfield, Arsenal, Estudiantes de La Plata, Lanús, todos ellos han apostado en el sentido correcto e igualmente han logrado los resultados esperados y en algunos casos hasta títulos internacionales. Por estos días hasta el propio Newell´s Old Boys de Rosario pelea el campeonato con una estructura de jugadores casi todos surgidos de sus divisiones inferiores, combinado con otros de más experiencia, pero originados en él, que volvieron al club rosarino a dar una mano, y en algunos casos sacrificando dinero solo por ese sentido de pertenencia al club que los vio nacer.- En otras categorías más federales también hay infinidad de clubes que mantienen la misma premisa pero con la particularidad de, a su vez, formar jugadores y colocarlos en clubes de primera línea para así solventar sus propias pequeñas estructuras. Tal es el caso de Liniers de Bahía Blanca, o San Martín de 9 de Julio.
Con el correr de los años y las malas experiencias de entidades importantes que han padecido hasta el descenso de categoría por buscar desenfrenadamente el resultado, se ha modificado la premisa y hoy parece que la mayoría de los clubes han aprendido la lección. Muchos de ellos y sus dirigentes se han encausado en esta nueva línea y desafío; es verdad el camino es un poco más largo y tiene más sinsabores, pero al final del recorrido seguramente queda la más íntima convicción de ser…el camino correcto.
Autor
Germán Seisdedos
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