En términos de estéticas, se dice que la inspiración terminó en 1999. Cuando pensamos en moda, el nuevo siglo maneja un revival constante de lo que se creó y usó durante el siglo XX. Pero no sólo en la moda se vive del recuerdo y de realizar híbridos entre el pasado y el presente, en todas las manifestaciones de la cultura se plantean vueltas a lo ya usado o pensado.
La moda y el diseño
Los noventa parecen haber vuelto y se puede notar de diferentes formas. Desde lo más obvio, la moda, hay una tendencia a la revalorización del grunge y del pop. La estética grunge tiene como ícono a Kurt Cobain. El cantante de Nirvana se caracterizó por su sensibilidad extrema, su constante inconformismo, su queja al sistema (aunque sus discos fueron récord de ventas y firmó contrato con una importante discográfica) y un espíritu oscuro.
En las prendas se vio reflejado aquello que los rockers se ponían: figuras desgarbadas, remeras holgadas, pantalones caídos, preponderancia del verde militar, el negro y el gris. Los estampados a rayas verticales, camisas escocesas, símbolos de bandas de rock, zapatillas All Star, camperas tipo parka. Muchas veces este look aparece combinado con prendas de estilo punk: pantalones chupines, negro total, tachas en cinturones, borcegos, crestas en el pelo. La mixtura de estilos confunde el punk con el estilo skater y actualmente se fusionan estas formas. Los skaters siempre se caracterizaron por pantalones boyfriend (holgados y caídos), zapatillas más aparatosas, gorras.
Pudimos ver en la semana de la moda pasada (BAFWEEK) una recuperación para las prendas de la primavera-verano 2013-2014 del estilo grunge combinado con lo más pop de la década de los noventa. Los colores pasteles, jean con jean (en camperas y pantalones), los enteritos, las plataformas, los pantalones tiro alto forman parte del estilo pop. Una exponente de estas formas es Madonna. La colección de AY NOT DEAD fue un exponente de esta mixtura.
Los medios audiovisuales y la cultura
La última década del siglo XX aún no se fue de las pantallas. Las repeticiones de éxitos como Los Simpsons o Friends siguen teniendo alto rating. La generación X, representada en películas como Trainspotting o las Vírgenes Suicidas también apelan a una década entre irónica y desencantada del mundo. Que estas películas se repitan sin cansancio en los canales de cable también es una señal.
De esta manera, la posmodernidad enmarcada en la caída del Muro de Berlín y el fin de los grandes relatos se ve reflejada en las diferentes expresiones de la cultura. En la última edición de la Rolling Stone Argentina aparece como nota de tapa una nota sobre los últimos días de Kurt Cobain (http://www.rollingstone.com.ar/1605854-rolling-stone-185) y un ranking de los mejores discos de los noventa. El recuerdo de una época con un espíritu adolescente al que no le alcanza el consumo y que no tiene figuras inspiradoras ni ideologías que los movilicen es constante.
Gastronomía nostálgica
Las golosinas también parecen recordar la década extrañada. La industria alimenticia sacó hace un par de meses el clásico chocolate Lila Pause (en su versión avellanas y su versión frutilla) y el tan amado alfajor Suchard (con baño de chocolate y relleno de mousse de chocolate también). Estos productos habían tenido sus copias a lo largo de los años como el alfajor Cachafaz de mousse o las versiones de Cadbury del chocolate con relleno de yogurt de frutilla.
Si uno revisa las góndolas de los principales supermercados y de las cadenas de farmacias, las golosinas de los noventa como los Lengüetazos, los caramelos NERD (clásico producto de la importación de la década), los Kinder Sorpresa o los alfajores Blanco y Negro siguen vigentes (la mayoría han dejado de ser fabricados y volvieron). Lo más interesante de la década aun está entre nosotros.
Autor
Ayelén Cisneros
ayelen@medioslentos.com