Recorrer Europa sin moverse del sillón
Primera escala: Madrid y BarcelonaAgosto es el mes en que la gran mayoría de los franceses parte de vacaciones. Sería como nuestro enero, temporada altísima y carísima, en consecuencia. Las ciudades como Toulouse se vacían, las vías de mayor circulación se vuelven transitables y las horas pico se evaporan como por arte de magia. Arranca septiembre, y aunque sea con un poco de retraso, la idea es partir junto a los franchutes. En esta oportunidad nos dirigimos hacia el sur con destino a España y para ser más precisos a sus dos ciudades faro: Madrid y Barcelona.España es sin lugar a dudas un país europeo donde los argentinos nos movemos como pececitos en el agua. Además de compartir una cultura latina, compartimos “casi” el mismo idioma, lo cual facilita enormemente nuestra estadía. Nos sentimos cómodos desde que llegamos ya que comprendemos lo que nos dicen, reconocemos al instante ciertas partes de la ciudad por haberlas visto en algún libro escolar o en algún espacio de Buenos Aires, adoramos su cocina y nos sentimos identificados en la forma de expresar los sentimientos cotidianos.Madrid y Barcelona son de las ciudades más visitadas de España, pero no se parecen ni en lo más mínimo. Madrid es prolija, diversa, amplia y diurna. Barcelona, por su lado, es desordenada, sucia, laberíntica y nocturna. Ambas tienen sus atractivos pero seguramente sus públicos no se asemejan.En Madrid hay una multitud de cosas por hacer y visitar, pero su recorrido es simple, ya que sus calles son, en su gran mayoría, perpendiculares. Numerosos son los puntos turísticos que no debemos dejar de visitar, pero entre los más destacados podemos citar a la Plaza Mayor, el Palacio Real, el Teatro Real de la Ópera, el Mercado del Rastro, la Puerta del Sol, la Gran Vía, la Fuente de Cibeles, la Puerta de Alcalá, el Parque del Buen Retiro, el Museo del Prado y el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, entre muchos otros. No voy a extenderme con una descripción de cada espacio, ya que sobran los libros y sitios de internet con información turística bien detallada, pero cabe decir que con un buen recorrido de todos estos puntos más una noche de tapas nos habremos dado una buena idea sobre la vida Madrileña.Barcelona, por su lado, nos atrae por ser multicultural y bohemia. Si bien es tierra catalana y su cultura esta bien arraigada, cientos de personas de distintas nacionalidades la visitan cada año. Su recorrido no es tan sencillo ya que ésta ciudad tiene múltiples atracciones diseminadas por todas partes. En este caso no podemos dejar de visitar las creaciones de Gaudí como el Parque Güell, la Sagrada Familia, la Pedrera y la Casa Batlló; el barrio gótico, una de las zonas más antiguas de la ciudad; Las Ramblas, un paseo de 2 kilómetros que refleja la esencia de Barcelona; el Paseo de Colón, con su torre que domina todo el puerto; la montaña del Montjuïc; y el Borne, un barrio repleto de bares y restaurantes.Ambas ciudades tienen su encanto y nos enamoran desde puntos de vista diferentes. No son un reflejo de la totalidad de España pero nos muestran de buena manera la esencia de sus ciudades y de sus ciudadanos. Podemos amarlas o ignorarlas, pero lo que nos aseguran al 100% es entretenimiento, atracciones culturales y muy buena comida.AutorFlorencia Gaudenziinfo@medioslentos.com