Siqueiros: los murales pintados con historia
El arte es manifestado de muchas maneras. Puede ser de forma abstracta, o bien anclado en los tiempos que al artista le toca vivir. David Alfaro Siqueiros optó por plasmar en sus esculturas, pinturas y murales la coyuntura política de su época sin abstenerse a expresar su ideología. Murió en 1974, en México, su país de origen, pero la película de Héctor Olivera El mural, estrenada hace unas semanas, revivió su pasión y militancia, focalizándose en su estadía en Argentina.Desde joven la realidad de la sociedad en la que vivía, las carencias y las desigualdades, determinaron su futuro impregnado de lucha y participación en el plano político. En sus obras siempre plasmó la lucha por valores de igualdad. Es por ello que, junto a Diego Rivera y José Orozco, es considerado un exponente del “Movimiento Mural Mexicano”.En 1921, fundó la revista “Vida Americana”, por la cual convocaba a los artistas del continente a formar parte de un movimiento más participativo en lo social. Debido a su incursión en la política y a su postura tan explícita, pasó años sin trabajo. Se había transformado en un artista muy polémico.Temas como la explotación de trabajadores industriales y campesinos, la discriminación y su percepción sobre la problemática de la otredad, entre otros, no escapan de sus murales. Con su talento único fue dejando su huella por el mundo. En Cuba, allá por el año 1944, pintó “Alegoría de la igualdad racial en Cuba”. Semejante nombre no deja lugar a dudas sobre la orientación del mural. También estuvo en Chile, Uruguay, España y Argentina.En nuestro país, al que vino invitado por la escritora Victoria Ocampo, dejó su sello con el mural “Ejercicio Plástico”. El editor del diario Crítica, Natalio Botana, le pidió que realizase un trabajo en su quinta y él aceptó. Pero no lo hizo sólo. De aquél trabajo participaron los pintores Juan Carlos Castagnino, Lino Spilimbergo y Antonio Berni, los tres muy reconocidos por sus obras. La película de Olivera narra justamente esta etapa de su vida y lo que lo llevó a diseñar el mural.La historia de Siqueiros está llena de recovecos. Estuvo preso por su militancia política, fue exiliado a Chile por haber atentado contra León Trotsky, abandonó y retomó la pintura, luchó por la “Revolución Mexicana”. Todo eso lo hace ser quien fue, con las incógnitas que genera. Sólo de una cosa no hay duda: hizo del arte plástico su mejor herramienta de expresión.