Tenis: Entrevista con un ballboy…
«No existe ninguna sensación que sea más activa,más incisiva que la del dolor.»Batata ClerkJM: – entonces ¿preferís no dar el nombre?…X (duda, se acaricia el mentón, me mira a los ojos y…): – no, mejor no…JM: – ¿te da vergüenza?X (se sonríe): – no, vergüenza no. Es que es un poco chocante. ¿No te parece?JM: – no. Pero bueno, es tu decisión, es tu historia… fíjate que onda. ¿Queres que ponga un seudónimo, un apodo o algo así?X (vuelve a sonreír): – si, pone que me llamo LestatJM: – ¿Lestat?… mmm bueh, ta’ bien.“…el término masoquismo define el placer sexual asociado con el deseo de recibir dolor, humillación o dominación; este término fue descripto por el médico alemán Kraft Ebbing, tomándolo del apellido de un profesor de Historia y luego devenido novelista, el austríaco Von Sacher Masoch que escribió varias obras de tono masoquista, de las cuales la más famosa es «La Venus de las pieles»: allí cuenta que se hacía castigar por una dama envuelta en pieles…”Lestat (se acomoda en la silla, produce un chasquido con su boca, mira hacia un lado y vuelve a mirarme): – ¿Cómo lo explico?JM: – bueno, tampoco es tan difícil… sos un ballboy de tenis, un alcanza pelotas, no es por desmerecer. Pero digo, podes empezar a contarnos por tus comienzos, como es que llegaste a alcanzar pelotas en los ATP’s, si en realidad vos queres ser tenista, si consideras que los explotan, algo así…Lestat (golpea la mesa con la palma de su mano, produciendo que me sobresalte, me mira desencajado): – ¡es que siempre es lo mismo! ¡Siempre es lo mismo! No es tan simple, ¿eh? Es mucho más complejo, no es que uno quiere ser ballboy por capricho, o porque justo su profe de tenis tiene un contacto, o porque necesite un trabajo para comprarse una raqueta nueva, no, no es así. Es mucho más complejo.“…el primer intento sistemático de explicar el castigo como estimulante de la sexualidad fue planteado por el médico alemán Meibom, cerca del 1600, en un tratado llamado «Del uso de la vara en la cosa venérea y en el oficio de los lomos y de la riñonada» donde indica que «los azotes debían aplicarse en las nalgas, porque de esta manera se transmitía calor a las zonas productoras de semen, el que vigorizado descendía hacia el pene produciendo su erección»JM: – bueno, para, cálmate un poco. Tampoco es para tanto, no creo que haya demasiada ciencia en ser un ballboy…Lestat (ya más tranquilo pero con gesto serio y firme): – no, por supuesto que ciencia no. Acá entran en juego otros aspectos. Más humanos, más psicológicos. Te lo repito, no es tan simple…JM: – ta’ bien, ya me lo dijiste eso… pero bueno, si no es tan simple, por favor explícalo…Lestat (menea la cabeza como negando y me mira fijo a los ojos): – ¿Sabes cuál es la única motivación para que un ballboy, haga lo que hace?JM: – ¿el amor al tenis?, ¿entrar de garrón a un partido?, ¿ver de cerca a la nueva novia del Gato Gaudio?… seguro algo de eso.Lestat (lanza una risotada y sonríe perversamente): JA!… NAH!, nada de eso. Nuestra única motivación… es el sexo. El placer sexual…“…volviendo al 1600: en esa época la flagelación invade la vida erótica europea y se la llegó a llamar “el vicio inglés” (aún hoy se debate en algunos colegios ingleses el hábito de flagelar o no a los alumnos castigados). Fue, precisamente, en Inglaterra donde se crearon establecimientos destinados a la flagelación, a los que concurrían los más encumbrados personajes del país. Durante el período de la Regencia (siglo XIX), el más conocido fue el dirigido por Teresa Berkeley la cual, además de sus habilidades personales, ofrecía una máquina como el «caballo metálico» inventada para «torturar caballeros»…”JM: – jejejeje… bueh, claro, si te toca un partido de chicas… Kurnicova, Sharapova, hasta la Dulco… y si… se entiende…Lestat (se ofusca, suspira, se enoja, eleva el tono de vos): – ¡no, tarado! ¡NO ES TAN SIMPLE! No necesariamente tiene que ser partidos de tenis femenino…JM: – ¿sos gay? No hay problema, no sé porque te enojas…Lestat (se golpea nerviosamente la cabeza con su mano): – no, tampoco! No entendes, no entendes… no hay caso, no entendes…JM: – la verdad que no, me venis con que se hacen ballboy para satisfacerse sexualmente, no entiendo nada… explica mejor, o si no deja, le hago la nota a otro, ¿qué se yo?.Lestat (menea la cabeza como negando, se refriega la cara y me mira fijo): – escúchame bien. ¿Nunca te contaron de gente que le gusta que le peguen, o que los pinchen, o que se hacen atar y quemar con velas, o no se cualquiera de esas cosas que se ven en las películas?… o mismo vos, ¿no te gusta que te muerdan, que te quemen con sahumerios o cosas por el estilo?…JM: – ¿masocas?… no, yo soy bastante normalito, digamos… más bien clásico, ojo, alguna vez me disfrace del zorro por pedido de alguna novia, pero nada mas…Lestat (sonríe): – bueno, los ballboys, no somos “normalistos” como vos decís. Tenemos ciertas, ¿cómo decirlo?…JM: – ¿perversiones?Lestat: – claro, exacto, podríamos decir que sí, que son perversiones. O sea, recibimos placer, placer sexual, excitación, etcétera, a través del dolor, o la humillación…JM: – jajajjaja, ¿posta?.Lestat (se pone serio de nuevo): – no sé de qué te reis…JM: – es que es medio raro, los ballboys, todos pibitos con gorritas, que te alcanzan la pelota… y están ahí quietitos atrás… masocas, perversos, medios degeneraditos… nahhh… no me imaginaba.Lestat: – pensalo bien, analízalo y solo te vas a dar cuenta de que esta tan a la luz que nadie lo ve.“…Rousseau, en las «Confesiones», plantea su obsesión de generarse placer siendo flagelado. Si bien es cierto que algunas personas necesitan ser castigadas y golpeadas físicamente para lograr el goce, hay muchas otras que procuran verse humilladas y sometidas, configurando extraños y complicados rituales dignos de la mejor ficción literaria del marqués deSade quien, en sus obras –y en su vida-, inmortalizó muchas de estas fantasías o ceremonias masoquistas. Es cierto que con más frecuencia esta práctica de recibir castigos corporales es más frecuente en varones y que la mujer, como dicen algunos investigadores, es más proclive a un «masoquismo emocional»…”JM: – ehhh, no la verdad, no lo veo claro… ni ahí…Lestat: – vos mismo me acabas de preguntar cuál es la motivación o porque decidimos aceptar ser ballboys… ¡pensalo bien! Nos pasamos 6 horas de partido arrodillados sobre polvo de ladrillo, totalmente inmóviles al rayo del sol, vestidos ridículamente, expuestos a un gran público que casi que nos ignora, sometidos a las voluntades de los tenistas y los réferis… y de vez en vez, tenemos la dicha, la gracia, la suerte, de recibir un pelotazo en la cara, en el pecho, en las piernas o inclusive en los genitales… que nos hace entrar en éxtasis… ¿A quién le gustaría pasar por todo eso sino es porque realmente recibe placer a cambio?… para el común de la gente es una tortura…JM: – y si, tenes razón… ¿pero son todos masocas antes de ser ballboys o se convierten una vez que ya están en la movida?.Lestat: – El 95% tiene este comportamiento antes de entrar “en la movida” como decís vos. Porque tiene que ver con la estructura psicológica de la mayoría de los ballboys. Todos, todos somos personas que empezaron a jugar al tenis desde muy chicos… nenes sometidos a la disciplina, a técnicos autoritarios, a padres que presionan, al exitismo y demás. A la larga te volves un poco neurótico y terminas por empezar a disfrutar todo ese entorno hostil. Cuando te quisiste acordar, sos un pre adolescente el cual combino todo eso con el despertar sexual y te das cuenta que te exita mas un raquetazo en las nalgas que una playboy…“…esta necesidad de denigración y vejámenes, cuando es constante y excluyente como práctica sexual desviada (parafilias) suele connotar características neuróticas relacionadas con la culpa y entroncadas con los vínculos de la infancia…”JM: – joder… tenias razón, “no es tan simple…” la verdad, esperaba una nota, más bien de color, no pensaba encontrarme con esto…Lestat (sonríe): – ¿ahora entendes porque no quería que pongas mi nombre real?JM: – jjeje, si, a pleno. Qué locura che… no me lo imaginaba ni ahí, al final todos esos pibitos de gorra eran una especie de marqueses de Sade encubiertos… jejejejLestat: – te dije, no es tan simple, no es tan simple… es mucho más complejo. La gente no quiere ver, no quiere observar, no se quiere dar cuenta de que todos somos presos de nuestras perversiones; algunos más, otros menos… pero te aseguro que todos nuestros comportamientos están condicionados o dictados por varias de estas cosas, no es que los ballboy solamente somos los raritos…“…En muchos de estos casos cuando traen aparejadas serias limitaciones entorpecen las relaciones afectivas de un individuo las psicoterapias (psicoanalíticas o con técnicas conductuales o de PNL, suelen remover estos traumas y fijaciones. Si ostentan características compulsivas, con riesgo físico o con gran daño emocional, y donde lo tanático vence a lo erótico es necesario, además, medicarlos con distintos psicofármacos…”JM: – bueno, gracias por todo che, la verdad que un gusto… “Lestat”…Lestat: – ja!, no hay de que…JM: – jejeje, ahora no se si saludarte con un beso o pegarte una piña…Lestat (menea la cabeza con resignación): – sos un tarado… Julián Marini da crédito, pero no es prestamista: Inserts informativos sustraídos del articulo “Apuntes sobre el masoquismo” publicado en http://www.sexovida.com/clinica/masoquismo.htm