Una semana de desfiles y muchas construcciones de sentido
Según el sociólogo Pierre Bourdieu hay una “homología estructural entre el campo de producción de una categoría particular de bienes de lujo que son los bienes de la moda y el campo de producción… (Leer más)
Una semana de desfiles y muchas construcciones de sentido
Según el sociólogo Pierre Bourdieu hay una «homologíaestructural entre el campo de produccíon de una categoría particular de bienes de lujo que son los bienes de la moda y el campo de producción de otra categoría de bienes de lujo como son los de la cultura legítima: la música, la poesía, la filosofía, etc. Por eso al hablar de alta costura no dejamos de hablar de alta cultura” aclara el académico francés. Podemos usar esta visión sociológica para entender a los productos de la moda como pueden ser colecciones que pueden desfilar en pasarelas en Nueva York o Paris.
En nuestra ciudad también tenemos desfiles y Semanas de la Moda. MediosLentos estuvo presente en el último Buenos Aires Fashion Week que se desarrolló en el predio de La Rural y vio tendencias. Aquí no habrá una simple explicación sobre los colores y los géneros utilizados para las prendas del ya casi presente otoño y el futuro invierno que estuvieron en pasarela sino una selección de lo interesante y llamativo que se pudo ver caminando en los desfiles en Palermo.
Como todas las expresiones culturales, la moda es una construcción de sentido. Está rodeada de convenciones sociales que todos los que participan de un desfile ya las conocen. En el BAF todos los años pasa lo mismo: chicas y chicos (en su minoría) hacen cola en la puerta del público general durante más de media hora antes de entrar al desfile porque saben que el cupo de la sala es limitado. Mientras tanto, miran como los famosos y “Very Important People” pasan por la puerta del costado que reza “INVITADOS ESPECIALES” y no tienen que hacer ni un minuto de cola. Los chicos les sacan fotos, los admiran. El caso aparte son los periodistas, que si el desfile es de una de las marcas que cuya prensa invita muchos famosos y personas con algún tipo de “status”, deben apurarse a buscar su silla en las filas que están al lado de pasarela, porque si no saben que se quedan afuera. Los tumultos y empujones en la cola de prensa son un clásico de cada temporada.
Para echar un vistazo a los desfiles les proponemos dos casos extremos, un diseñador consagrado y las nuevas promesas del diseño.
De renombre
Pablo Ramírez es un diseñador reconocido a nivel nacional e internacional. Su estilo está caracterizado por las prendas negras y por cortes que estilizan la figura. El tiro alto es una de las imágenes más recurrentes que tenemos de él. Su carrera la inició con el siglo XXI y se puso en contra de estética de ese momento. Este año diseñó una colección cápsula de 30 prendas para Muaa (ya que la marca tiene su propia colección otoño-invierno). Esta es una firma de ropa para adolescentes masiva que fue adoptando un estilo rocker en sintonía con otras marcas como 47 Street o Complot. Hace unas temporadas está proponiéndoles a diseñadores que hagan colecciones especiales.
Al contrario de la marea, Ramírez diseñó prendas que no tienen nada que ver con la estética ochentosa, rocker y grunge que está en boga en estos tiempos. Propuso prendas femeninas con influencia de finales de los años ’50 y de los ’60. Vestidos cortos pero no escotados, la rebeldía está en la sensualidad y la delicadeza. Según lo que el staff de Ramirez dice “en vez de tachas, la chica Muaa by Ramirez lleva perlas”. Se notó la inspiración en mujeres ícono de la época como Catherine Denueve y Audrey Herpburn. Y para sorprender aún más, la paleta de colores estuvo protagonizada por dúos como el negro y el blanco, el negro y el rosa y el negro y el rojo. También sumó colores inesperados como el amarillo, el violeta, el verde, el azul y el naranja.
En el salón donde se realizó el desfile de Muaa by Ramirez no cabía ni un alfiler. Modelos, periodistas, actrices, adolescentes que llenaban las plateas, los periodistas que rebalsaban los corralitos para la prensa escrita y para los fotográfos, todo estaba lleno. La recepción de las prendas fue positiva y el desfile uno de los más aclamados y originales del BAF.
La apuesta por lo nuevo
Cuando uno se sienta para ver un desfile del Semillero UBA puede encontrarse con casi cualquier cosa. Desde el minuto cero, al entrar al salón, se ve que está lleno de estudiantes de la carrera de Diseño de Indumentaria abarrotando las gradas del público. Los invitados especiales suelen ser las familias de los diseñadores. El aire a orgullo, cariño y no tanto glamour se agradece luego de días de prenseros corriendo atrás de famosos para que posen para fotos y de personas peleándose por una silla en primera fila porque están llenas.
Se presentaron dos colecciones. Una, la de Wanderer por DebiDamico que tiene como inspiración el primer viaje del Che Guevara por Sudamérica. Antes de leer la gacetilla de prensa, sin influencias de “lo que los diseñadores quisieron decir”, el desfile puede haberse visto como una serie de prendas para personas siempre listas al estilo “boyscouts”. La rebeldía al nivel de Ernesto Guevara es un aspecto poco comunicable en una pasarela invadida de modelos. Sin embargo, el espíritu aventurero pudo percibirse a través del color verde, las mochilas de gabardina y las sogas. La mezcla entre la sastrería y el estilo deportivo y la superposición de las prendas fueron las apuestas fuertes de la diseñadora. Las prendas lucían cómodas, se notó la construcción del sentido del “mochilero”.
Por otro lado, la colección de la marca Puppet de María Noel Pepe tuvo como leiv motiv las marionetas de madera. Las modelos lucieron vestidas con elementos de este material y tornillos y tuercas. Además, los tejidos de lana cashmilon y el color terracota fueron los protagonistas. Las prendas tenían hilos colgando que simulaban ser los hilos con los que se manejan a las marionetas. La búsqueda nostálgica de la infancia y la combinación entre lo artesanal y lo autóctono a través de pocos recursos fue la propuesta de Puppet.
“La industria de la moda como un hecho social total” es una frase muy conocida del investigador francés de la moda Frédéric Godart que puede aplicarse a un fenómeno de la moda como esta serie de desfiles que se desarrollan durante una semana. Una combinación entre estéticas, el mundo del marketing, el periodismo, la industria de indumentaria, la universidad y las relaciones interpersonales, entre otros elementos que seguramente estamos olvidando.
Autor
Ayelén Cisneros
ayelen@medioslentos.com