Por primera vez en nuestra pequeña historia social, convivimos con el mayor número de generaciones distintas en un mismo momento. Estas generaciones tienen sus propias características y respuestas a un medio social cambiante. Interactúan de formas complejas y están en constante evolución.
La primera es la generación de los baby boomers, tal como se la conoce en Estados unidos, una generación temerosa, estructurada y rígida, que aparece después de las guerras mundiales y de la guerra fría. En su trauma por constantes miedos, aparece el instinto de la preservación de la raza humana, por lo que decide, inconscientemente, aumentar considerablemente la tasa de natalidad.
La segunda es la famosa, abúlica y depresiva generación X, nacidos aproximadamente entre los años 1975 y 1985, esta generación pasa de la ansiedad de sus padres a la depresión, por recibir un mundo banalizado y materialista, destacando que es la primera generación que vive sin grandes conflictos mundiales, en una época donde el consumismo se dispara. Por primera vez existen variadas posibilidades de tener lo que antes era impensado, crecen con una mejor calidad de vida, pero no la valoran y casi en su mayoría de edad, se encuentran con internet, son los pioneros, les cuesta menos adaptarse, pero mantienen cierta resistencia a un cambio que todavía no vislumbran.
Aparece entonces la generación Y, se podrían encontrar en los nacidos después del año 1985, fechas que son aproximaciones, nunca fijas. Son los primeros que en su mayoría tienen acceso a las nuevas tecnologías, ya no solo tienen un computador por casa. Comienza la individualidad en el uso de estas herramientas, son mucho más exigentes, pero también proactivos. A diferencia de la anterior, que se sentaba a esperar que el mundo pasara, esta generación reacciona con personalidad ante lo que les rodea, no tienen miedos y están absolutamente empoderados, es una generación con demasiada información y conocimiento. Internet para ellos no es solo un avance tecnológico importante, sino una nueva forma de mirar el mundo, deja de ser una herramienta y se transforma en una extensión de su cuerpo y mente. Viven a través de internet y comienzan los primeros conflictos en cuanto a su uso. Conviven entonces, tres generaciones que de forma totalmente distinta, acceden al uso de este nuevo mundo cibernético.
A esta diversa cantidad de miradas y vivencias, se agrega la generación Z, la primera generación 100% digital, nacen totalmente conectadas, con una mentalidad que es contraria a la resistencia al cambio, de hecho, por primera vez, exige los cambios y mejoras continuas. Nace otro paradigma y forma de mirar el mundo, ellos están hoy en los colegios, preparándose para un mundo que todavía no es capaz de entenderlos, porque van, en muchos aspectos, más adelantados, corriendo los riesgos que tiene manejar tanta información.
La gran pregunta que nace entonces es ¿cómo vamos a lograr desarrollar un enfoque en común donde podamos convivir, dónde nos vamos a encontrar, justo cuando se abre toda una nueva dimensión en las relaciones personales, familiares y sociales respecto al uso de nuevas tecnologías y propias relaciones humanas?
Ya existen respuestas y tienen que ver con la evolución, que va desde la competitividad a la colaboración, a través de desarrollo de organizaciones más eficientes y auto-organizadas, incluyendo círculos de trabajos, donde todos sus integrantes tienen voz y voto, generando que las nuevas generaciones se sientan más empoderadas, pero también entregándoles la responsabilidad que esto conlleva, así como las generaciones mayores tendrán la posibilidad de sentirse parte de su desarrollo, entregando su sabiduría y no quedando desplazadas por su fragmentación con las nuevas formas de interacción tecnológicas.
Hoy, junto a la consultora CLYC y la Universidad Andrés Bello, estamos trabajando a través de una de sus formas más exitosas, la Sociocracia, a través de la cual queremos trabajar su implementación en distintas comunidades de educación, utilizando las nuevas tecnologías de desarrollo social. Todo esto gracias al apoyo de organizaciones pioneras en el mundo, como lo son The Sociocracy Consulting Group (Estados Unidos) y Thrive in Collaboration (Inglaterra), con quienes compartimos las experiencias que ya se están viviendo en Europa, específicamente en Holanda, donde los colegios son un ejemplo para el mundo, demostrando el éxito del desarrollo circular efectivo.
Enfrentarse a estos cambios es parte de la evolución, ya que antes, el problema radicaba en que no existía la forma de abordarlos. Hoy eso está cambiando y es necesario que todos nos sumemos, para no seguir alienados de lo que pasa alrededor de nosotros, hablando en lenguajes distintos que chocan entre generaciones, generando más problemas que soluciones. Este es solo un primer acercamiento, ante el cual se abre un futuro que promete transformar los actuales conflictos, en grandes oportunidades.