El negocio del Calentamiento Global
Por Rafael García Palavecino¿Qué hay detrás de la campaña global contra el calentamiento global? ¿Por qué a Al Gore le interesa implementar un nuevo mercado de derivados?«Por años, el ‘calentamiento global’ fue visto como un problema grande y urgente, cuando en verdad, gran parte del problema no es ni científico ni ambiental, sino un fiasco político». Con estas palabras Bob Carter, Geólogo de la Universidad de James Cook, abrió una columna en el diario Daily Telegraph Londinense titulada: «Hay un problema con el calentamiento global, se detuvo en 1998».Polémico ¿no? Ahora, deberíamos preguntarnos en qué se basa la gran campaña a nivel mundial en contra del «calentamiento global», o cambio climático, como se le dice ahora.La premisa que sostiene Al Gore, en síntesis, es que las emisiones de dióxido de carbono (CO2) que emiten las empresas ensanchan la capa de ozono. Los gases de efecto invernadero hacen que la tierra se recaliente y, por esto, que los glaciares se derritan, aumente el nivel del mar y aparezcan otras distorsiones climáticas y biológicas.¿Cierto? No, y tampoco es necesario tanto alarmismo. De acuerdo a una nota publicada en la edición norteamericana de Newsweek, Timothy LaSalle, CEO del Instituto Rodale, teorizó con que «si alimentamos a la fauna, y manejamos mejor los espacios verdes, se puede secuestrar el carbono emitido». Claro que Tim fue silenciado por los asesores de Gore, que tanto pujan por los cambios que bogan para «solucionar» este problema.¿Y cuáles son estas soluciones? Bueno, en esa misma revista Al Gore admitió que «los resultados [de análisis de emisiones] podrían complicar no sólo los esfuerzos de construir consenso político alrededor del mundo sino además la necesidad de limitar el dióxido de carbono».¿Cómo? Se estará preguntando el lector. Es que la «solución» de Gore es la siguiente: Implementar un nuevo mercado de bonos verdes. Esto significa que las industrias deberán adquirir créditos de carbón, para emitir o producir.Sara James Cliften, de la ONG «Friends of the Earth», señaló a Reuters que «el mercado de bonos verdes podría hacer colapsar la economía, tal cual lo hizo el mercado de los préstamos subprime». De hecho «los países más poderosos son los que quieren a este mercado expandido en todo el mundo». Por supuesto, siempre pensábamos que estos se oponían por querer hacer prevalecer a sus intereses antes que al medio ambiente. Pero es al revés, la campaña «anti calentamiento global» es más pro-establishment que otra cosa.En resumen, Cliften redondeó que «los bonos de carbono son el nuevo mercado de derivados», instrumento financiero responsable de la crisis actual.