El Color Demócrata
El 22 de noviembre de 1963 fue una fecha que habitó en la mente de todos quienes vivían en ese momento. Ese día fue asesinado John Fitzgerald Kennedy, presidente de los Estados Unidos. Todos recuerdan qué estaban haciendo en el momento en que se enteraron de la muerte de Kennedy. Quizás el protagonista de esta nota no entra dentro de esa categoría ya que en el momento del hecho tenía solo 2 años, y su mayor preocupación pasaba por estar el mayor tiempo posible jugando o durmiendo.Nueve meses después, en agosto de 1964, amparándose en un supuesto ataque a dos destructores estadounidenses el sucesor de John Kennedy, Lyndon B. Johnson decidió invadir Vietnam con todo el poder del país. Mientras eso ocurría el niño, que es el eje de esta historia, caminaba sin ayuda por toda su casa y su curiosidad hacía que empezara a aprender a leer.En abril de 1968 el reverendo Martin Luther King junior, líder del movimiento de derechos civiles de los Estados Unidos fue alcanzado por las balas de un rifle de largo alcance en el balcón del Motel Lorraine en Memphis y perdió su vida. El 5 de junio del mismo año, en el hotel Ambassador de Los Ángeles, luego de haber dado el discurso como ganador de las primarias demócratas del estado de California, Robert Kennedy fue abatido por Sirhan Bishara Sirhan, un hombre de origen palestino residente en Los Ángeles. Un chico de 7 años veía todo por televisión, se estremecía ante las imágenes que presenciaba mientras luchaba por adaptarse a una escuela nueva, a un idioma que no conocía, y a un país que no era el suyo. Quizás esto último le resultó más sencillo ya que siempre se ha sentido fuera de lugar. Su padre era negro, y su madre blanca. Hacía ya un tiempo que se habían separado y su madre se volvió a casar.La sociedad estadounidense recibió uno de los golpes más fuertes en su prédica del respeto a las instituciones en 1972. Ese es el año en que dos periodistas del Washington Post, descubrieron una operación de espionaje de miembros del gobierno de Richard Nixon en las oficinas del Partido Demócrata, en el hotel Watergate de Washington D.C. Este escándalo terminó con la renuncia de Nixon a la presidencia. Pero antes de dimitir Nixon finalizó con lo que Johnson había empezado 9 años antes. El 27 de enero de 1973 firmó el alto el fuego en Vietnam y ordenó el retiro de las fuerzas militares de territorio vietnamita. Esa fue la primera derrota de los Estados Unidos en una guerra. Quien ya se había acostumbrado a las victorias y las derrotas es el protagonista, quien con 11 años ya correteaba detrás de una pelota de basket en la escuela, y hacía un año que había vuelto al lugar donde había nacido. Su madre volvió con el pero por pocos años. Un tiempo después, mientras que en América Latina comenzaba la época más oscura de la región con el golpe de estado a Salvador Allende en Chile, el muchacho empezaba la secundaria y ya mostraba dotes de liderazgo. En 1979 participa de su primera votación, el 4 de noviembre hizo lo mismo que muchos de sus compatriotas: votó en las elecciones presidenciales y se quedó despierto esperando los resultados. Triunfó Ronald Reagan y los republicanos en la Casa Blanca. Reagan ganaría además la reelección en 1983.En 1985 durante el gobierno de Ronald Reagan estalló el escándalo Irán-Contras. El muchacho ya era un joven de 24 años que había terminado sus estudios en ciencias políticas en la Universidad de Columbia. Durante esa época hizo sus primeras armas laborales trabajando para diferentes empresas. Tres años después, desde un púlpito en Chicago, donde estuvo trabajando por un año, ese joven dió su primer discurso político. A fines de 1988 ingresó en Harvard para estudiar abogacía. En su primer año, los artículos que publicó en la Harvard Law Review lo hicieron acreedor del puesto de editor de esa publicación. En 1989 conoció a la mujer que se transformaría en su esposa. El 8 de noviembre de ese año hizo lo mismo que muchos de sus compatriotas: votó en las elecciones presidenciales y se quedó despierto esperando los resultados. Triunfó George Bush y junto con eso la continuidad republicana en la Casa Blanca.En agosto de 1990 comenzó la invasión de Irak a Kuwait. Como consecuencia, el entonces presidente George Bush (padre) ordenó el comienzo de la operación “Tormenta del Desierto”, es decir, la primera Guerra del Golfo. En ese momento el hombre misterioso ganó su primera elección como presidente del suplemento de leyes que editaba. Esto empezó a forjarle un nombre en los medios del país. Un año después se graduó de Harvard con todos los honores y regresó a Chicago para trabajar como abogado en algunas de las firmas más conocidas de la ciudad. El 3 de noviembre de 1992 hizo lo mismo que muchos de sus compatriotas: votó en las elecciones presidenciales y se quedó despierto esperando los resultados. Triunfó Bill Clinton, lo que significó la vuelta de los demócratas a la Casa Blanca. El ex gobernador de Arkansas ganó, además, la reelección en 1996.En 1997 había accedido a una banca en el senado por el Partido Demócrata, en medio del escándalo presidencial con Mónica Lewinsky. Su trabajo en los barrios más necesitados hizo que su candidatura fuera casi por decantación. El 8 de noviembre de 1999 hizo lo mismo que muchos de sus compatriotas: votó en las elecciones presidenciales y se quedó despierto esperando los resultados. Claro que los resultados tardaron en llegar más de lo esperado. Luego de muchas dudas los números finales le provocaron cierto deja vu: nuevamente ganó George Bush. Esta vez se trataba del hijo del presidente anterior, y los republicanos lograban el control de la Casa Blanca nuevamente.Así como durante el asesinato de JFK, el protagonista no tenía idea de qué era lo que ocurría. Otro momento devastador para los Estados Unidos lo encontraría como senador por Michigan. El 11 de septiembre de 2001 el atentado a las Torres Gemelas cambio la vida del mundo de manera drástica. En Estados Unidos se aprobó el Acta Patriótica, un documento que violaba las libertades civiles que hombres como Martin Luther King y John Fitzgerald Kennedy lucharon toda su vida para conseguir. El senador en cuestión se opuso, pero a la hora de votar mantuvo la disciplina partidaria e hizo lo que sus superiores mandaban: apoyar al presidente durante esta guerra. En 2003, apoyado por su popularidad luego de lanzar la segunda parte de la aventura a Irak iniciada por su padre, Bush (hijo) ganó la reelección de manera inobjetable.Finalmente en 2007 la campaña presidencial del partido demócrata comenzaba con un solo nombre como figura prácticamente imbatible. Hillary Clinton era la gran esperanza de los demócratas, a pesar de contar con otros pre-candidatos. La campaña demócrata fue seguida atentamente por los medios del mundo, y fue una gran sorpresa que finalmente el candidato no fuera Hillary. El 8 de noviembre de 2008 hizo lo que mismo que muchos de sus compatriotas: votó en las elecciones presidenciales y se quedo despierto esperando los resultados. Esta vez el motivo era más personal. A las 12 de la noche del 9 de noviembre Barack Obama, de quien hablamos, se convertía en el nuevo presidente de los Estados Unidos.Si bien lo que más llama la atención sobre esta elección es el color de piel del protagonista de la historia, eso es lo menos importante. Al fin y al cabo, no es el color de piel lo que nos define como personas. No marca lo que se es y lo que se deja de ser. Ese era el verdadero “Sueño” de Luther King, un mundo donde el color no importe, donde solo importen las acciones. Esta puede ser la oportunidad para que ese sueño se transforme en realidad.Federico García del Corro