Música para mi cerebro
Cuando uno está mal intenta todo para salir de su situación, desde plantas medicinales hasta videntes y brujos. Las medicinas alternativas abundan pero hay una que día a día se va haciendo más conocida y ya lleva años de crecimiento. La musicoterapia se estudia en distintas universidades de Argentina y el mundo y otorga títulos de Licenciado a sus graduados. Esta disciplina se ejerce en hospitales, centros de rehabilitación, y demás institutos para personas con distintas patologías con el objetivo de mejorar la calidad de vida de los pacientes.Muchos músicos aseguran que al tocar instrumentos o cantar los cura de todo mal. ¿Por qué no habrá de tener el mismo efecto con un enfermo de Párkinson o una persona con movilidad reducida? No necesitaron esta pregunta en la antigua Grecia para ejercer este tipo de terapia. Simplemente creían en la magia de la música como elemento curativo. Hoy en día con la desconfianza en las brujerías y la fe ciega en la ciencia surge esta nueva rama en salud que se va esparciendo por todo el mundo.La Universidad de Buenos Aires tiene la carrera de Musicoterapia en su facultad de Psicología y entre los objetivos del graduado están las funciones de protección, promoción, prevención, rehabilitación y recuperación de la salud. Desarrollar o recuperar las capacidades de expresión, desbloquear los recursos expresivos, sostener y facilitar la capacidad de comunicación intra e interpersonal y grupal propendiendo al desarrollo del individuo y de la comunidad, intervenir desde su especificidad en problemas psicomotrices, de lenguaje y de aprendizaje en pro de sus posibles resoluciones son algunos de los puntos que abarca esta carrera.Uno de los estudios de los últimos tiempos en esta rama la realizó Teppo Sarkamo en 2008, psicólogo de la Unidad de Investigación Cerebral de la Universidad de Helsinki. El experimento consistió en un grupo de 60 personas víctimas de accidentes cerebrovasculares de los cuales una parte escuchó su música favorita todos los días o accedió a libros con audio, mientras que otros participantes no se expusieron a esos estímulos. Todos los voluntarios recibieron rehabilitación estándar, sin embargo del primer grupo el 60% presentó mejorías de memoria verbal, mientras que del segundo solo el 29%, entre otros efectos. La música, asimismo, activaría de alguna forma mecanismos generales que reparan y renuevan las redes neuronales después del accidente.Un artículo publicado en el Journal of Neuroscience, mostró mediante un estudio cambios estructurales del cerebro luego de solo 15 meses de entrenamiento musical en niños de edades tempranas. Estos resultados colaboran con la idea de la plasticidad cerebral, es decir la capacidad del cerebro de crear o buscar nuevas rutas o caminos alternativos de comunicación entre los centros de control de procesos específicos y sus procesos asociados, y sugieren que el cerebro estructural se diferencia en adultos expertos (músicos o expertos en otras áreas) probablemente por la plasticidad cerebral inducida por entrenamiento.Con todo esto no podemos evitar pensar que la música no solo nos ayuda a pasarla bien en un boliche bailando, sino que también afecta a nuestra salud de manera positiva y tocar instrumentos o practicar música de algún tipo afecta directamente a nuestro cerebro, teniendo enfermedades, problemas de movilidad, discapacidades, o sin ellas.Por lo tanto Medios Lentos te hace nuevamente una valiosa recomendación: escuchá música, cantá o tocá el instrumento que más te guste que además de pasarla bien le hacés un favor a tu salud.AutorPor Daniela Raschcovskydaniela@medioslentos.com