"Callar a los grillos"


"Callar a los grillos"

Honestidad. Ilustración Belen Serra Delmar
“Nuestros más antiguos nos enseñaron que la celebración de la memoria es también una celebración del mañana. Ellos nos dijeron que la memoria no es un voltear la cara y el corazón al pasado, no es un recuerdo estéril que habla risas o lágrimas. La memoria, nos dijeron, es una de las siete guías que el corazón humano tiene para andar sus pasos. Las otras seis son la verdad, la vergüenza, la consecuencia, la honestidad, el respeto a uno mismo y al otro, y el amor” Subcomandante Marcos, carta enviada al pueblo argentino el 24 de marzo de 2001El Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) proviene de un movimiento guerrillero que nació hace ya 28 años un 17 de noviembre de 1983, transformándose en un ejército popular indígena que sigue la huella de Emiliano Zapata y la herencia maya. El 1 de enero de 1994 la revolución se “reinventa”, son las mujeres quienes empujan el proceso y miles de indígenas después de años de preparación, se lanzan en armas expresando sus demandas liderados por el subcomandante Marcos y ocupando algunas cabeceras municipales en el estado de Chiapas, México; Trabajo, Tierra , Techo, Alimentación, Salud , Educación pero especialmente “DERECHO A LA INFORMACIÓN”.Medios Lentos este mes cumple 3 años, comenzó  como “la idea de una loca y varios locos que la siguieron” antes de que se hablara de la Ley de medios medios y antes de que subieran los “grandes medios” los videos a sus web como “móviles”.Cuando hay imaginación todo se puede. ¿Se entiende que nosotros amamos la profesión, que la respetamos porque te respetamos?Trabajamos más de 20 personas entre egresados y estudiantes de UBA y de las escuelas de periodismo ETER y TEA, usamos todo el soporte que nos da la red, radio, prensa escrita (podés imprimir las notas) y televisión, salimos a la calle y hacemos móviles. Nuestros contenidos son NUESTROS. No copiamos. Sumamos este año dos corresponsales que nos escriben desde Francia y México, tenemos ilustradores propios y fotógrafa y contamos con la colaboración de reconocidos periodistas.Ser un medio “sin patrón” no es fácil. Pero quien dijo que fuera fácil hacer hoy por hoy lo que a uno le gusta.El derecho a la “verdad” y a la información es fundamental, y eso es lo que pedía entre otras cosas el pueblo indígena mexicano, porque ellos entienden que quien domina la comunicación, «domina a los gobiernos».Aquí se ve un discurso del Subcomandante Marcos hablando sobre los medios independientes y la importancia de estos.[vsw id=»bA8uWDZdE4o» source=»youtube» width=»425″ height=»344″ autoplay=»no»]Hay mucho por hacer aun, como hay muchos periodistas que pedían “quitar los pasamontañas” imitando al avestruz.Existen también periodistas, pares, compañeros jóvenes que se venden como expertos “revolucionarios” y usan palabras de moda que no pueden sostener con hechos.El respeto se gana y con la confianza no se juega.“Quien cuida y guarda la memoria, guarda y cuida la vida; y quien no tiene memoria está muerto. (…) abrirle una rendija al muro, dibujar una ventana y construir una puerta. Porque es bien sabido que las puertas fueron antes ventanas, y antes fueron rendijas, y antes fueron y son memoria. Tal vez por eso temen los de arriba, porque quien tiene memoria en realidad tiene en su futuro una puerta. Somos muchos y muchas los que al buscar la memoria estamos buscando partes de nuestro rostro. Quien nos pide que olvidemos, nos pide que sigamos incompletos, usando las prótesis que el Poder oferta.” Nos escribía el jefe de ejército zapatista.Y nos fuimos a hacer memoria junto al historiador Felipe Pigna que nos acompaña como Invitado del mes.Las puertas están ahí, solo tenemos que tener el valor y creer que podemos abrirlas.Medios Móviles y un informe sobre el aborto inducido, ¿se puede debatir este tema con argumentos religiosos?  Una pregunta y esta periodista se hace cargo de lo que dice ¿esas personas que tildan de “asesinas” a las mujeres que deciden abortar, se comprometen a cuidar a ese niño no deseado, a educar a esas mujeres para que no lleguen a eso? ¿Se acercan a los cientos de niños que duermen en la ciudad a la intemperie? ¿O los “abortan” dándoles la espalda?La hipocresía de muchos acompaña a la falta de compromiso absoluto a pensar y ponerse en el lugar del otro.Les dejo una carta en la cual el Subcomandante Marcos le escribe a Eduardo Galeano, quien en el video final confirma la existencia de la misma.Para juzgar hay que saber, leer, escuchar, observar, prestar atención, meditar, porque la palabra mal usada es tan abortiva como el método.Disculpen que la editorial sea larga, pero les pedimos que lean la carta y al final se enterarán del resto de la entrega.Carta del Subcomandante Marcos a Eduardo Galeano2 de mayo de 1995


Ejército Zapatista de Liberación Nacional México2 de mayo de 1995A: Eduardo Galeano.Montevideo, Uruguay.De: Subcomandante Insurgente MarcosMontañas del Sureste Mexicano. Chiapas, México.Señor Galeano:Le escribo porque… porque me dieron ganas de escribirle. Porque ya pasó el día del niño acá en México y se me ocurre que a usted le puedo platicar lo que acá pasa, en un día del niño, en medio de una guerra sorda. Le escribo porque no tengo ninguna razón para hacerlo y, entonces, puedo así contarle lo que pasa o lo que me viene a la cabeza, sin la preocupación de que no se me vaya a olvidar el motivo de la carta. Porque sí, pues.También porque perdí el libro que me regaló y porque ese ratón cambista que suele ser el destino (?) ha repuesto el libro perdido con otro libro. Y porque se me ha quedado bailando en la cabeza una parte de su libro «Las palabras Andantes».Porque dice así:«¿Sabe callar la palabra cuando ya no se encuentra con el momento que la necesita ni con el lugar que la quiere?. Y la boca, ¿sabe morir?».Ventana sobre la palabra (VIII), p.262.Y entonces yo me he recostado para pensar y fumar. Es de madrugada y como almohada tengo un fusil (bueno, en realidad no es un fusil, es una carabina que fue de un policía hasta enero de 1994. Antes servía para matar indígenas, ahora sirve para que no los maten). Con las botas puestas y la pistola recostada a un lado, cerca de la mano, pienso y fumo. Afuera, alrededor de humo y pensamientos, mayo se engaña a sí mismo fingiendo que es junio y hay ahora una tormenta de lluvia, rayos y truenos que logró lo que parecía imposible: callar a los grillos.Pero yo no estoy pensando en la lluvia, no estoy tratando de adivinar cuál de los relámpagos que está por rasguñar la tela de la noche será el de la muerte, ni siquiera me preocupa que el techito de nylon que cubre mi estancia es demasiado pequeño y se moja la orilla del camastro().(…) El libro me lo mandó la Ana María, una indígena tzotzil que tiene el grado de mayor de infantería en nuestro ejército. Alguien se lo mandó a ella y ella me lo mandó a mí, sin saber que yo perdí un su libro de usted y este libro repone el libro perdido, que no es lo mismo pero tampoco es igual. (…). El libro es el regalo más grande que el hombre se ha dado a sí mismo. Pero volvamos a su libro de usted que yo tengo ahora. Lo leí con un cabito de vela que cargaba en la mochila.El último tramo de pabilo se fue con esa página 262 (¡capicúa!, ¿no? ¿una señal?). Y entonces me recordé la frase aquella de Perón que me mandó y luego mi torpe respuesta y, más después, el libro que me envió. Y aquí la pena de contarle que el libro lo dejé botado en la «graciosa huida» de febrero. Y entonces me llegan este libro y las letras sobre el saber callar. Y yo ya llevo varias noches dándole vueltas al asunto, aun antes de que me llegara el libro. Y me pregunto si no llegó la hora de callar, si no será que ya se pasó el momento y ya no es el lugar, si no es la hora de morir la boca…Y le escribo esto en una madrugada de mayo, pasado ya el 30 de abril de 1995, que es el día del niño acá en México. Nosotros los niños mexicanos celebramos ese día, las más de las veces, a pesar de los adultos.Por ejemplo, gracias al supremo gobierno, hoy muchos niños indígenas mexicanos celebran su día en la montaña, lejos de sus casa, en malas condiciones de higiene, sin fiesta y con la pobreza más grande: la de no tener un lugar donde recostar el hambre y la esperanza.El supremo gobierno dice que no ha expulsado a estos niños de sus hogares, sólo ha metido a miles de soldados en sus terrenos. Con los soldados llegaron el trago, la prostitución, el robo, las torturas, los hostigamientos. Dice el supremo gobierno que los soldados vienen a «defender la soberanía nacional».Los soldados del gobierno «defiende» a México de los mexicanos. Estos niños no han sido expulsados, dice el gobierno, y no tienen por qué sentirse espantados de tantos tanques de guerra, cañones, helicópteros, aviones y miles de soldados.Tampoco tienen por qué asustarse, aunque esos soldados traigan órdenes de detener y matar a los papás de estos niños. No, estos niños no han sido expulsados de sus casa. Comparten el piso irregular de la montaña por el gusto de estar cerca de sus raíces, comparten la sarna y la desnutrición por el simple placer de rascarse y por lucir una figura esbelta.Los hijos de los dueños del gobierno pasan su día en fiestas y regalos.Los hijos de los zapatistas, dueños de nada como no sea su dignidad, pasan su día jugando a que son soldados que recuperan las tierras que les quitó el gobierno, juegan a que siembran la milpa, a que van por leña, a que se enferman y nadie los cura, a que tienen hambre y, en lugar de comida, se llenan la boca de canciones.Por ejemplo, esa canción, que les gusta cantar en la noche, cuando más cerradas son la lluvia y la niebla, y que dice, más o menos así:«Ya se mira el horizonte,combatiente zapatista,el camino marcaráa los que vienen atrás»Y, por ejemplo, en el horizonte aparece, marcando el paso, el Heriberto. Y atrás del Heriberto, por ejemplo, va el hijito del Oscar que lo llaman Osmar.Y van, los dos, armados de sus dos varitas que pasaron a llevar de un acahual cercano («No son varitas», dice el Heriberto y asegura que se trata de poderosas armas que son capaces de destruir un nido de hormigas arrieras que está cerca del arroyo y que le picaron al Heriberto y hubo de tomar represalias).Avanzan el Heriberto y el Osmar en columna. Y por el frente opuesto avanza la Eva, armada de un palo que tiene la ventaja de convertirse en muñeca cuando el ambiente es menos bélico.Y detrás de la Eva viene la Chelita, que levanta sus casi dos años apenas unos centímetros del suelo y que tiene unos ojos de venado lampareado que ya desvelarán, alguna noche, al tal Heriberto o al que se deje herir por destello tan moreno. Y atrás de la Chelita va un chuchito (perrito) que de puro flaco parece una marimba diminuta.Y a mí todo esto me lo están contando, pero como si lo estuviera viendo al Wellington frente a Napoleón en esa película que se llamó «Waterloo» y, creo, salía el Orson Wells y al Napoleón lo derrotaban por culpa de un dolor de panza.Pero aquí no hay Orson que valga, ni flanqueos de infantería, ni apoyo de artillería, ni defensa en cuadro contra las cargas de los de a caballo, porque tanto el Heriberto como la Eva han decidido optar por el ataque frontal y sin escaramuzas ni tanteos previos.Yo estoy a punto de opinar que eso parece batalla de sexos, pero ya se está lanzando el Heriberto sobre la Chelita, evitando la carga directa de la Eva que se ve, de pronto, frente a un Osmar que no la espera cara a cara,, ni de pie sino que está de lado y en cuclillas porque ahí no más le dieron ganas de cagar y la Eva proclama que el Osmar se cagó de miedo y el Osmar no dice nada porque ahora quiere montar el chuchito se le acercó a oler, y en el entretanto la Chelita se puso a llorar cuando vio venir al Heriberto y el Heriberto ahora no sabe qué hacer para que se calle la Chelita y le ofrece una piedrita de regalo («Acaso es piedrita», dice el Heriberto que asegura que se trata de oro puro) y la Chelita nada que para su chilladera y yo estoy pensando que hasta que le dieron una sopa de su propio chocolate al Heriberto cuando llega la Eva, en maniobra que llaman de «voltear la posición enemiga», y le cae el Heriberto por la espalda (cuando Heriberto ya le está ofreciendo su arma antihormiga-arriera a la Chelita, la cual está considerando la oferta, entre chillido y chillido), y entonces, ¡pácatelas!, la muñeca-arma de la Eva llega en su cabeza del Heriberto y empieza la chilladera, (estereofónica, porque la Chelita se siente estimulada por los gritos del Heriberto y no se quiere quedar atrás), y hay sangre y ya viene la mamá de no sé quien, pero trae un cinturón en la mano y los dos ejércitos se desbandan y el campo de batalla queda desierto y en la enfermería declaran que el Heriberto tiene un chipote del tamaño de su nariz y que, como la Eva está intacta, ganaron la mujeres en esta batalla.El Heriberto se queja de arbitraje parcial y prepara el contra-ataque pero no será hasta mañana porque ahorita hay que comer los frijoles que no llenan ni el plato ni la panza…Y así pasaron el día del niño, dicen, los niños de un poblado que se llama Guadalupe Tepeyac. En la montaña lo pasaron, porque en su pueblo hay varios miles de soldados defendiendo «la soberanía nacional». Y dice el Heriberto que, cuando sea grande, va a ser chofer de un camioncito y piloto de avión no quiere ser porque, dice, si se le poncha la llanta del carrito, ahí nomás te bajas y te vas caminando, en cambio si se le poncha la llanta al avión no hay para donde hacerse.Y yo me digo que cuando sea grande voy a ser uruguayo-argentino y escritor, en ese orden, y no crea usted que será fácil porque lo que es el mate, no lo puedo tragar.Pero no era esto lo que yo quería contarle. Lo que yo quería era contarle un cuento para que usted lo cuente:Me enseñó el Viejo Antonio que uno es tan grande como el enemigo que escoge para luchar, y que uno es tan pequeño como grande el miedo que se tenga. «Elige un enemigo grande y esto te obligará a crecer para poder enfrentarlo. Achica tu miedo porque, si él crece, tú te harás pequeño», me dijo el Viejo Antonio una tarde de mayo y lluvia, en esa hora en que reinan el tabaco y la palabra.El gobierno le teme al pueblo de México, por eso tiene tantos soldados y policías. Tiene un miedo muy grande. En consecuencia, es muy pequeño. Nosotros le tenemos miedo al olvido, al que hemos ido achicando a fuerza de dolor y sangre. Somos, por tanto, grandes.Cuéntelo usted en algún escrito. Ponga que se lo contó el Viejo Antonio. Todos hemos tenido, alguna vez, un Viejo Antonio. Pero si usted no lo tuvo, yo le presto el mío por esta vez.Cuente usted que los indígenas de sureste mexicano achican su miedo para hacerse grandes, y escogen enemigos descomunales para obligarse a crecer y ser mejores.Esa es la idea, estoy seguro que usted encontrará mejores palabras para contarlo. Escoja usted una noche de lluvia, relámpagos y viento. Verá cómo el cuento sale así nomás, como un dibujito que se pone a bailar y a dar calor a los corazones que para eso son los bailes y los corazones.Vale. Salud y un muñequito sonriente, como ésos con los que firma.

Desde las montañas del Sureste Mexicano.

Subcomandante Insurgente Marcos

(…)P.D. improbable. Salude usted de mi parte, si lo ve, al tal Benedetti. Dígale usted, por favor, que sus letras, puestas por mi boca en el oído de una mujer, arrancaron alguna vez un suspiro como esos que echan a andar a la humanidad entera.Dígale también, que quién quita y lo de «Marcos» fue por «el cumpleaños de Juan Ángel».Medios Lentos te invita a un recreo. Pablo Sturba nos hace creer que somos sexies y nos invita a recorrer el recital que brindó Rod Stewart en Argentina. Una nota imperdible en la sección Bellas Artes.También en Bellas Artes, y de la mano de Carolina Quirós, te contamos los secretos y orígenes de la festividad de Halloween, tan de moda por estos días.Ayelén Cisneros nos trae una entrevista exclusiva a la chef Juliana López Rey, quien trabaja en el canal El Gourmet y escribe para la revista OhLala. Bajo el título Simple y natural nos cuenta cómo llegó a ser cocinera, los secretos gourmet y  nos regala una exquisita receta. Esto lo encontrás en El gusto es mío.Para estar En forma nuestro profesor nos detalla ejercicios y formas de hacerlo para mantener el cuerpo saludable. No te pierdas esta nota por Mauricio Siri.Desde Francia Florencia Gaudenzi hace un parate en el viaje y nos cuenta acerca de cómo se vive para un argentino en el exterior las elecciones presidenciales pasadas. Cuando los eventos que hacen historia nos pasan de costado, una nota que la encontrás en Más Allá. ¡Y más en esta entrega!Gracias por el tiempoQue disfruten de la partidaFuenteshttp://www.archipielago.org/marcos.htmRevista Cambio.com. “Habla Marcos”. Circa 25 de marzo de 2001 http://www.cambio.co/web/interior.php?idp=21&ids=1&ida=898AutorLuciana Mazza Toimilluciana@medioslentos.comIlustraciónBelén Serra Delmarinfo@medioslentos.comEdiciónFlorencia Fuentesflorencia@medioslentos.com[vsw id=»MuvVEV2ZR6Q» source=»youtube» width=»425″ height=»344″ autoplay=»no»]