“Lo más importante de la comunicación es escuchar lo que no se dice” Peter Drucker
A Diego María de la Concepción Juan Nepomuceno Estanislao de la Rivera y Barrientos Acosta y Rodríguez (Guanajuato, 8 de diciembre de 1886 — Ciudad de México) se lo conoció como Diego Rivera, destacado muralista mexicano de ideología comunista, famoso por plasmar obras de alto contenido social en edificios públicos. El decía que su trabajo era como el de un periodista, “tengo la necesidad de contarle a la sociedad lo que ocurre”.
Rivera sostenía que el papel del artista es el de un proporcionador de alimento, para el sistema nervioso. El artista, según el maestro, es un “humilde obrero”, un obrero esencial en el organismo social y no un obrero de adorno.
“Arte es una necesidad vital del ser humano, ya que es un agente capaz de producir respuestas fisiológicas”, sostenía Diego.
Creía en la obligación del artista a contribuir como obrero en cada una de sus creaciones.
Fue hacedor de diversos murales en distintos puntos del centro histórico de la Ciudad de México, en la Escuela Nacional de Agricultura de Chapingo, y en otras ciudades mexicanas como Cuernavaca y Acapulco, así también algunas otras del extranjero como San Francisco, Detroit y Nueva York.
Diego tenía un hermano gemelo que al año y medio de nacido moriría,Carlos María, mientras Diego que padecía raquitismo y tenía una constitución muy débil se mantuvo con vida .
A partir de 1896 comenzó a tomar clases nocturnas en la Academia de San Carlos de la capital mexicana en contra de los deseos de su padre de ingresar al Colegio Militar, donde conoció al célebre paisajista José María Velasco. A diferencia de José Clemente Orozco, que fue un artista afiliado al Ejército Constitucionalista, específicamente con el general Álvaro Obregón y de David Alfaro Siqueiros, que era oficial de alto rango, Diego Rivera no tuvo una participación directa en el conflicto político y militar de la Revolución Mexicana . Historiadores coinciden que esto marcaría su vida, el haber elegido el arte y quedarse en Europa.
A partir de entonces y hasta mediados 1916 alternó su residencia entre México, Ecuador, Bolivia, Argentina, España y Francia. En 1917, influido por las pinturas de Paul Cézanne, se introdujo en el postimpresionismo, logrando captar la atención con sus acabados y vivos colores, a diferencia de otros muralistas mexicanos que aún no cobraban popularidad.
Cuando Álvaro Obregón designó a José Vasconcelos como secretario de educación, Diego Rivera regresó a México para participar en las campañas emprendidas por Vasconcelos y en las cuales participó también con los muralistas mexicanos José Clemente Orozco, David Alfaro Siqueiros y Rufino Tamayo, así como con el artista francés Jean Charlot.
En enero de 1922, comenzó a pintar su primer mural, llamado La Creación, en el Anfiteatro Simón Bolívar de la escuela Preparatoria Nacional. Para la realización del mismo, lo asistieron Carlos Mérida, Jean Charlot, Amado de la Cueva y Xavier Guerrero. El tema central de este mural es la formación de la raza mexicana. La figura central es un hombre que nace del árbol de la vida. La pintura de Rivera comienza a convertirse en un factor considerable y de influencia para el Movimiento Muralista Mexicano y Latinoamericano. En diciembre de ese mismo año se casó con Guadalupe Marín, también conocida como la «Gata Marín», quien le fue presentada por Julio Torri mientras hacía el mural del Anfiteatro Bolívar en la Universidad Nacional. Era una indígena mexicana de piel morena, larga cabellera negra y ojos verdes.
Con ella tuvo dos hijas: Lupe, nacida en 1925 y Ruth, nacida en 1926.
En septiembre de 1922 inició el fresco en la Secretaría de Educación Pública. Se convirtió también en el co-fundador de la Unión de Pintores, Escultores y Artistas Gráficos Revolucionarios. Para ese mismo año, se da uno de los acontecimientos que marcaría gran parte de la vida de Diego, su anexión al Partido Comunista Mexicano, uno de los grandes factores influyentes dentro de su pintura.
Entre agosto de 1929 y mayo de 1930, Diego Rivera fue director de la Escuela Central de Artes Plásticas, salió de ahí por un movimiento estudiantil organizado en su contra.
Hacia 1927, Rivera fue invitado a los festejos de los primeros diez años de la Revolución de Octubre en la Unión Soviética, por lo que parte hacia la Ciudad Rusa de Moscú. Tras su divorcio con Guadalupe Marín conoció a Frida Kahlo a quien recuerdaba así: “Riendo alegremente, me cogió de la mano y me llevó por toda la casa, que parecía estar vacía, hasta su cuarto. Hizo desfilar ante mí todas sus pinturas. Estas, su cuarto y su chispeante presencia me llenaron de una alegría maravillosa. No lo sabía yo entonces, pero Frida ya se había vuelto lo más importante de mi vida”, y agragaría Rivera en una entrevista: “¿Las mujeres que he amado? Tuve la suerte de amar a la mujer más maravillosa que he conocido: Frida. Ella fue la poesía misma y el genio mismo. Desgraciadamente no supe amarla a ella sola, pues he sido siempre incapaz de amar a una sola mujer”.
Igualmente, este mismo año, fue expulsado del Partido Comunista Mexicano. Hacia 1930, fue invitado a los Estados Unidos para la realización de diversas obras, donde su temática comunista desataría importantes contradicciones, críticas y fricciones con los propietarios, el gobierno y la prensa estadounidense.
Las más destacadas pinturas de Rivera en aquel país se encuentran en el San Francisco Art Institute -Escuela de Arte de San Francisco- así como en el Instituto de Artes de Detroit.
Hacia 1933, se da uno de los sucesos más controvertidos en su vida. Cuando el industrial John D. Rockefeller Jr. contrata a Rivera para pintar un mural en el vestíbulo de entrada o «lobby» del edificio RCA en la ciudad de Nueva York. Este era el edificio principal de un conjunto de construcciones que se habría de denominar como Rockefeller Center.
El edificio, situado en Fifth Avenue, se posicionaba como uno de los emblemas más importantes del capitalismo. Diego Rivera, diseñó para esta ocasión, el mural denominado El hombre en el cruce de caminos o El hombre controlador del universo. Pero cuando Rivera se encontraba a punto de completarlo, incluyó un retrato de Lenin. La reacción de la prensa y la controversia que suscitó el retrato de Lenin, fue inmediata y vocífera.
Rockefeller vio el retrato como insulto personal y mandó cubrir el mural y más tarde ordenó que fuera destruido, Rivera declararia que esto fue un elogio. Poco después regresó a México en 1934, donde pintó el mismo mural El hombre en el cruce de caminos» en el tercer piso del Palacio de Bellas Artes de México.
En 1936 solicita al presidente Lázaro Cárdenas del Río, el asilo político de León Trotsky en México que se concreta el año siguiente, recibiéndolo en la Casa Azul de Frida Kahlo. Para 1940 ya se había distanciado del célebre disidente ruso y se había divorciado de Frida Kahlo, volviéndose a casar con ella a finales de ese año. En 1943 fue miembro fundador de El Colegio Nacional.
En1955 ante la muerte de Frida Kahlo en junio del año anterior, se casó con Emma Hurtado y viajó a la Unión Soviética para ser intervenido quirúrgicamente. Falleció el 24 de noviembre de 1957 en San Ángel, Ciudad de México en su casa estudio, actualmente conocida como Museo Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo y sus restos fueron colocados en la Rotonda de las Personas Ilustres, contraviniendo su última voluntad.
La calle adyacente al Museo Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo lleva el nombre del artista.Desde el año 2010 el Banco de México como homenaje presenta en los billetes con la denominación de 500 pesos la imagen de Diego Rivera, al reverso también aparece la imagen de su esposa Frida Kahlo.
Medios Lentos cumplió 5 años on line en noviembre pasado.
No fue fácil, jamás nadie nos dijo que lo sería. Pasaron por sus “tintas” una treintena de periodistas y comunicadores, estudiantes como egresados de diferentes universidades, no solo de Argentina, sino de Chile, Puerto Rico, Brasil, Honduras, Guatemala, México, Estados Unidos, España, Turquía, y todos tenían algo en común: La pasion.
Cientos de Invitados del Mes, de artistas, de móviles, hicieron de estos 5 años un orgulloso trabajo en equipo.
Este trabajo, este oficio es el que hace que por más que el camino se vea interminable y quemen los pies, haga que sigas.
Quiero dedicar esta última entrega del 2013 y la primera del 2014 a Florencia Fuentes, Constanza Mango, Maximiliano de Mingo, Leandro de Marco, Juliana Bertucci Busso, María Teresa Paredes Hernández, Gerardo González Acosta, Germán Díaz, Ana Laura Romero, Barbara Reinhol ,Paula Borgonobo, Santiago Rivaldo, Daniela Raschcozsky, Gonzalo Larenas Crichton, Fiquito Yunqué, José Revuelta Pérez y muchos otros más con los cuales tuvimos y/o tenemos el orgullo de contar en nuestra web.
A todos gracias, por el aguante, por “pintar” ahí donde no había como, por contar siempre con respeto por más que nos movíamos lentos.
Gracias por demostrar que el amor es acción, no una palabra sino un verbo. Una decisión que merece un esfuerzo, pero no por románticos, no, sino por obligación , la obligación que tienen los hombres y mujeres de bien, que viven atormentados de sentidos.
Gracias por mirarnos, por leernos, nos bastó con eso para seguir.
Gracias por el tiempo
Que disfruten de la partida
Imagen: http://www.proa.org/exhibiciones/pasadas/mexico/salas/kahlo-02.html
Les dejo aquí un documental sobre la vida de Diego Rivera, narrado por su hija.
https://www.youtube.com/watch?v=m9m7noFFVLM