Castración química: ¿la nueva forma de tratar abusadores sexuales?
El deseo sexual es algo natural en cualquier ser humano, existente desde la prehistoria y disfrutado por el común de la gente. Pero, ¿qué pasa cuando ese deseo es el que te hace corromper los derechos de otra persona al punto de violarla? ¿Puede el gobierno quitarte el deseo como forma de castigo? Este es el debate que plantea la castración química, el método del momento para tratar con abusadores sexuales que quita mediante una inyección el deseo sexual.Este sistema en nuestro país fue propuesto por el gobernador mendocino Celso Jaque, quien sugiere implementarlo en violadores y abusadores sexuales ya presos también ya que según dijo en Mendoza “una persona cada tres días” es víctima de este problema. Sin embargo no todos están tan seguros de que esta medida sea la indicada. El gobernador planea formar un comité científico especial para debatir el tema.El INADI (Instituto Nacional contra la Discriminación, Xenofobia y Racismo) sostuvo que lo que la provincia de Mendoza debiera hacer es cumplir con la ley de educación sexual para prevenir este tipo de delitos y para erradicar la violencia de género.Por otra parte, según especialistas psiquiátricos, la castración química puede resultar en el asesinato de las víctimas motivado por la frustración del delincuente de no poder completar el acto sexual.En Europa también se debate el tema siendo Polonia el primer país que aplica esta medida tras la aprobación de una enmienda de su Código Penal. Así tratarán casos de violación a menores de 15 años y relaciones de abuso sexual incestuosas.En España y Francia también se tocó el tema ya que los condenados en Cataluña podrán optar por esta inyección para evitar cometer más violaciones y así se les permitirán las salidas eventuales con acompañamiento psicológico. En Francia se debate la obligatoriedad de la medida ya que existen posiciones encontradas entre los distintos partidos políticos que se postulan a favor y en contra. En éste país ya se encuentra como posibilidad voluntaria la castración química.Este método también es utilizado en Alemania, Canadá, Dinamarca y Estados Unidos entre otros países, para luchar contra la reincidencia de delincuentes sexuales, pero muchos especialistas niegan su efectividad si se interrumpe al término de la condena.Ahora bien: ¿Cómo funciona esta inyección? Al violador se le proporciona una dosis de hormona femenina Depo Provera, que inhibe su testosterona causando múltiples efectos en el desempeño sexual. Por un lado disminuyen los pensamientos eróticos, por orto impide la irrigación de sangre al pene imposibilitando la erección y a su vez el orgasmo a través de eyaculación. Así es como permanece una persona que recibió una dosis de este medicamento durante 6 meses, luego se termina el efecto y habría que volver a inyectar.Esta medida no solo se debate políticamente en los Congresos del mundo por las posiciones encontradas sino también en los encuentros de discusiones éticas, en los congresos de psicología y psiquiatría ya que es un gran trauma para un violador pasar a estar en esta condición.A este ritmo sociólogos también discutirán porque se tuvo que llegar a un medicamento para controlar una situación delictiva y no se logró un cambio mediante campañas políticas o intervenciones sociales. Hace pensar en un futuro de libros de ciencia ficción en los cuales todos los problemas podrían ser solucionados con pastillas e inyecciones. ¿Terminaremos como Aldous Huxley describió hace tiempo en su novela “Un mundo feliz” tomando pastillas de Soma para sentirnos bien y no cometer acciones fuera de lo normal? AutorPor Daniela Raschcovskydaniela@medioslentos.com