«La actual gestión del INCAA dejó este jueves fuera de las pantallas del Cine Gaumont la película “El ritual del alcaucil” de nuestras compañeras Alejandra Guzzo y Ximena González, rompiendo un acuerdo con DOCA para estrenar en fecha nuestras películas, como lo hacemos desde el año 2013. El INCAA exige a nuestrxs compañerxs que estrenan films que firmen un documento para renunciar al derecho de que su película continúe en pantalla aún cuando cumpliera la media de continuidad. Un derecho que hemos conseguido luego de 9 años ininterrumpidos de exhibición en cines, garantizando un promedio de espectadores de los mas altos del cine nacional. Si no se firma el documento no hay estreno.
Nuestro siguiente estreno, “Caperucita Roja” de Tatiana Mazú, también acordado dentro de nuestro cronograma, tampoco está confirmado hasta el día de hoy. Algo similar ocurrió con nuestro compañero Mario Verón, que no pudo acceder a continuar en cartel con su film Fidel, Niño Valiente -Fidel Mita’í Py’a Guazú, con excelentes criticas y buena asistencia de público.
El problema no es nuevo, pero la soga aprieta cada vez mas. Quitar documentales de las salas se ha vuelto una práctica común: es el caso de “Miserere”, de Francisco Ríos Flores, programada en una sala cordobesa en noviembre, en el marco de la celebración de la semana del orgullo, y quitada por la gestión del instituto porque “los documentales digitales no puede ser programados en Espacios INCAA luego del año de ser presentada la copia al Instituto, por razones burocráticas sin argumento sólido”, según expresa la denuncia del equipo de este film que circula por estas horas.
La exhibición de cine argentino en nuestro país se encuentra en estado terminal por la ausencia total de políticas públicas que amplíen y pongan en marcha el circuito de cines estatales y la CINAIN. Muchos festivales y muestras en todo el país han sido desfinanciados. No hay cumplimiento de la cuota de pantalla, lejos estamos de que exista para las plataformas. El Cine Gaumont ha sido puesto bajo la órbita de la presidencia del INCAA, quitando del intercambio a programadorxs que lo habían construido como suceso de público.
Desde DOCA convocamos a un espacio de trabajo donde podamos reglamentar la exhibición de los documentales digitales, ampliando sus posibilidades de circulación, no solo en las salas, sino en la TV y plataformas públicas y recursos para el lanzamiento de estos films. Reclamamos además que estos consensos se expresen a través de una resolución del INCAA.
Por último, convocamos a un encuentro foro, la semana próxima, sobre la exhibición y conservación de nuestro cine en nuestro país que contará con la presencia de realizadorxs, productorxs, exhibidorxs y programadorxs. Ahora es cuando, nuestro cine tiene derecho a existir.»
DOCA, DOCUMENTALISTAS DE ARGENTINA.