La promesa no se cumplió, nos quedamos afuera. A los pocos días del cierre, los funcionarios municipales con quienes nosotros teníamos contacto (especialmente Miguel Rocha, director de Derechos Humanos) nos cambiaron la cerradura y no respondieron más.
Ahora, a casi 5 años sin Luciano, a casi 2 años de ese cierre, estamos en una vigilia pacífica-activa-no violenta hace un mes en ese mismo lugar; el ex Destacamento de Lomas del Mirador. Estamos ocupando el espacio del garage (en el que montamos un estudio para transmitir nuestra radio «Zona Libre»).
Entonces, los reclamos son esos dos, y no nos iremos hasta que se cumplan:
– Que el Municipio de La Matanza y la Secretaría de Derechos Humanos de La Nación garanticen que lugar se convierta YA en un Espacio para la Memoria que podamos llevar adelante los Familiares y amigos de Luciano Arruga, con independencia del Estado.
– Que la Justicia Federal y la Secretaría de Derechos Humanos de La Nación aporten al EAAF todas las herramientas necesarias para que la investigación comience YA.