Entrevista a Hilda Molina desde La Habana
“El sistema no fue capaz de formar toda la juventud con ese concepto de hombre nuevo que siempre se habló”A 50 años del triunfo de la Revolución Cubana, tras lograr que su madre, Hilda Morejón, viaje a nuestro país a conocer a su familia, la científica disidente del régimen analiza el sistema comunista. Las críticas de sectores alineados con el gobierno y la juventud, el rol de Fidel Castro y los cambios que vive la isla desde la llegada de Raúl.Se habla hoy de una apertura económica en Cuba. Esta situación y que su madre haya viajado a nuestro país ¿Abre la posibilidad de una apertura política mayor a mediano plazo?No le puedo asegurar nada. Sí ha habido algunas cosas que diferencian el gobierno de Raúl Castro del gobierno de Fidel Castro. Las aperturas no sé si se pueden llamar económicas: han dado la posibilidad a los cubanos de tener acceso a una serie de cosas que antes no podían acceder. Obviamente, hay que tener divisa para tener acceso. A eso no le veo tanta importancia, aunque hay un sector de la población que maneja divisa y está contento con la posibilidad de ir a hoteles de turismo, tener teléfono celular. Lo otro que sí veo como un cambio más importante es la conmutación de la pena de muerte que hizo Raúl Castro a personas que estaban pendientes de ejecución por delitos comunes muy graves. Como quiera que sea es la vida humana y es un gesto de respeto a la vida humana que es bueno. Por otra parte, estoy viendo muchísimo interés en cuestiones que tienen que ver con la revitalización de la agricultura cubana. Hay una preocupación y una actividad en torno a poder mejorar eso, con vistas a que mejore la alimentación de la población. Esas son cosas que yo estoy viendo, pero de ahí a que pueda existir una mayor apertura política no sé. Yo no he podido salir de Cuba, y no soy política. Sencillamente, soy una persona que renunció al sistema hace catorce años porque no compartía, sobre todo, cuestiones relacionadas con mi profesión. El hecho que mantengan una mujer con la edad mía, 65 años, enferma, sola en Cuba, no me habla de mucha apertura política.¿Cuál es la crítica que la sociedad y la juventud le hace hoy al sistema cubano?Aquí es muy difícil oír las críticas porque la población cubana se ha acostumbrado a pensar de una manera y hablar públicamente de otra: hay una especie de hipocresía social y las personas no dicen lo que piensan, por lo tanto, es difícil percibir las críticas. La población más seria, la que en definitiva sirvió al sistema durante muchísimos años, personas honradas, comunistas, serias, decentes, trabajadoras, que independientemente de su forma de pensar merecen todo el respeto, sí se oyen. Ellos critican lo que el propio gobierno está llamando “indisciplina social”, o sea, la proliferación de marginales, personas que viven al margen de la ley y viven mejor que todas esas personas que dieron su vida, su sacrificio y su esfuerzo para apoyar este sistema y ahora están viviendo sólo de una pensión que, dicho sea de paso, es pequeña a pesar que el gobierno la ha incrementado. Este principio que dice “de cada cual según su capacidad, cada cual según su trabajo” no se ha cumplido porque las personas que más dieron, que más se sacrificaron, no están recibiendo una mayor recompensa de esta sociedad. Son los ladrones, los proxenetas, las prostitutas, la gente socialmente más marginal y dañina la que está disfrutando de todas estas cosas a las que el gobierno ha dado acceso en este momento, esas son las críticas. Hay una juventud seria y estudiosa que aprovecha las posibilidades de superarse que da el gobierno, que son innegables. Superarse gratuitamente y estudiar lo que cualquiera quiera estudiar. Pero hay una juventud muy frívola, superficial, indisciplinada que ha captado lo peor del capitalismo salvaje y quiere, a toda costa, todas esas cosas que existen en la sociedad de consumo, una sociedad donde hay tantos problemas económicos. Lo que critican son esas tonterías: el no poder tener ropa de marca, cosas que, en definitiva, traducen frivolidad y que el sistema no fue capaz de formar toda la juventud con ese concepto de hombre nuevo que siempre se habló.¿Cómo influye hoy Fidel Castro en la política cubana?No le puedo decir, en absoluto. Casi nadie lo sabe. Fidel Castro, cada cierto tiempo, escribe unas reflexiones que salen en la prensa y lo leen por televisión donde él expresa sus criterios sobre situaciones nacionales e internacionales, casi siempre son criterios críticos. Pero no sé hasta que punto eso puede influir en la política. Me da la impresión, esto es muy subjetivo y no tengo experiencia política, que está gobernando Raúl Castro, porque hay decisiones que se han tomado que creo que a Fidel Castro no le gustan.¿Cuál es el futuro de la dirigencia política cubana?No sé. Todos los que están gobernando en Cuba tienen, de una manera u otra, mucho compromiso con este sistema. Hay personas serias dentro del gobierno, con su ideología, piensa a su forma. Lo malo es que se la quieran imponer a uno. Pero son personas que trabajan, que se pueden equivocar trabajando, pero son serias y viven honradamente. Hay otro sector que vive muy bien, que predica una cosa y actúa de otra manera, o sea, una hipocresía. Por otra parte, la sociedad está tan enferma. Hablando con un periodista le decía: “no se puede construir, ni reconstruir, edificar o reedificar un país sobre la base del odio”, no lo digo yo, lo dijo Jesucristo, lo dijo José Martí que es el héroe y apóstol de Cuba. Y hay tanto odio en los cubanos, los que están aquí y los que están fuera, tanta revancha, tanto resentimiento acumulado que tengo temor con qué pueda pasar con este país si las personas que van a tomar en sus manos las riendas del poder tienen tanto odio. Tengo ese temor: sobre la base del odio no se puede edificar un país sano realmente.Damian Toschi, Licenciado en Comunicación Social (UNLP). Periodista de LR11 Radio Universidad Nacional de La Plata (www.lr11.com.ar)Especial para Medioslentos.com