(las de las luces)
En esta imagen se puede ver como (para mí) el avance tecnológico nos aleja de la realidad.
Supongamos que un tercio de los presentes en el estadio estaba esperando la salida del equipo con su dispositivo móvil, eso daría un número final de 16 mil personas que no vieron ese instante único e irrepetible para cualquiera que alguna vez fue a ver un partido. SI, esa cantidad de personas miraron la salida de Boca al campo de juego a través de la pantalla de su celular.
Posiblemente lo estaban grabando, para colgarlo de alguna red social o para guardarlo como un recuerdo. Lo curioso, en mi opinión claro, es que cualquiera de esas imágenes pueden conseguirse de manera rápida y sencilla por las cámaras profesionales que se encargan de eso.
Mucho más me llama la atención la persona que filma un tiro libre o UN PENAL.
Quizá no es ideal la forma en la que vivo los penales, lleno de nervios y súper contracturado, pero no se me ocurriría si me toca estar como hincha, vivirlo como camarógrafo, lo cual, además no es para nada sencillo.
Lo mismo pasa en recitales, charlas, shows artísticos y demás. En algunos puede pasar que no exista esa repetición filmada profesionalmente, pero para mi hipótesis es lo mismo, la persona que filma o toma muchas fotos del evento se lo está perdiendo. No está disfrutando ese instante único e irrepetible.
Capaz me equivoco, pero yo soy de los que prefiere ver esos momentos en el vivo, y guardármelos bien adentro, donde nadie, ni nada, me los puede borrar.
La foto la sacó mi amigo, colega y compañero, Guille Ferro. Que lo estaba viviendo como yo, pero le pedí que la tomara para luego escribir esto.