Gracias por el caos


«Probablemente de todos nuestro sentimientos el único que no es
verdaderamente 
nuestro es la esperanza. La esperanza
le pertenece a la vida, es la vida misma defendiéndose.»
Julio Cortazar

Erno Rubik l es el creador del “cubo mágico”, lo inventó como un simple apoyo didáctico para sus estudiantes de diseño. Hijo de una poetisa y un fabricante de planeadores, Rubik creció en Hungría en la era soviética y estudió escultura y arquitectura. Su gran idea llegó cuando tenía 20 años y era profesor. Con trozos de madera y ligas, Rubik se dispuso a crear una estructura que permitiera que los bloques individuales se movieran de forma independiente sin que todo se desmoronara. Cuando por fin salió a la venta a principios de la década de 1980, se volvió el rompecabezas más vendido de todos los tiempos.

Actualmente conserva su atractivo. Como maestro, Rubik prefería comunicar sus ideas utilizando modelos reales, hechos de papel, cartón, madera o plástico, desafiando a sus estudiantes a experimentar mediante la manipulación de formas claramente construídas y fáciles de interpretar. Esto le permitió darse cuenta que aún los elementos más simples, manipulados inteligentemente, daban una abundancia de múltiples formas.

Pero ¿cómo mover las partes enteras independientes sin que el mecanismo entero se desmorone, sin que la escencia se contamine?

El cubo tiene 43 trillones de combinaciones posibles y solamente una solución. Hasta el hombre que lo inventó tardó un mes investigando cómo funcionaba, lo cual no impidió que el Cubo de Rubik se volviera el juguete más popular de la historia.

Desde su creación, hace casi 40 años, se han vendido cerca de 350 millones de unidades del colorido rompecabezas, formado por pequeños bloques que giran sobre un eje.

Tan solo en 2011 se vendieron siete millones de unidades y las competencias de speed-cubing -en las que los participantes tratan de resolver el rompecabezas contra reloj- siguen siendo populares.

“Lo más característico del cubo es la contradicción entre simplicidad y complejidad. Amo la simplicidad del cubo porque es una figura geométrica muy definida y amo la geometría porque es el estudio de cómo se estructura el universo, creo que eso es parte del éxito del cubo: que puedes establecer una conexión entre el orden y el caos”, declara en una entrevista para la CNN Erno Rubik en el 2012.

“Muchas personas estudian de un libro y van directo al final para encontrar las respuestas,pero para mí, lo más divertido es el acertijo, el proceso de resolverlo y no la solución en sí. Normalmente las estructuras son piezas conectadas entre sí de una forma o de otra, y normalmente estas conexiones son estables”.

Así que “A” está conectada todo el tiempo con “B”. Sin embargo, en el caso de la estructura del Cubo de Rubik, te das cuenta de que esos elementos se mueven libremente, pero no logras comprender qué es lo que mantiene unida a la estructura, así que esa es una parte interesante.

Uno solo conserva lo que no amarra.. dice el tema… ¿Hasta qué punto estamos destinados a desordenarnos, seguir, por dónde seguir? ¿Por qué seguir?

La esperanza desordena, porque conserva la duda, la duda de los que no nos conformamos con el caos, ni con su orden o supuesto orden.

El caos nos unió, ordenar eso, nuestro caos, es como intentar armar el cubo de Rubik, y entender que recién ahí está el punto de partida.

¿Hasta cuándo vamos a seguir empeñándonos en ver que la solución no está más que en nosotros, y que la imaginación es la que nos eleva?

No es cierto que se tiene lo que se merece, esa versión no puede ser real…

«Normalmente la gente se sorprende por lo simple que es, pero también es difícil de explicar. La mejor forma de descubrirlo es desarmándolo” decía el inventor del cubo.

¿Cuántas cosas hay que desarmar de nosotros para entender lo que nos rodea? ¿Cuántas cosas tendremos que entender?

“Recuerdo que fue muy emotivo resolverlo pero no recuerdo exactamente cuándo fue. No tomé notas al respecto y no llevo un diario, pero recuerdo que fue un sentimiento muy emotivo. Me sorprende la creatividad de las personas, cuántas cosas han nacido o han sido inspiradas por el cubo. Es algo muy interesante” afirmaba Rubik.

El cubo mágico según su autor, no es como con un rompecabezas, que empiezas a armarlo, le dedicas algo de tiempo y al final está resuelto, terminado. Si encuentras la solución al cubo, no significa que lo resolviste, sino que estás en el punto de partida. Puedes seguir y hallar algo más, puedes mejorar tu solución, puedes acortarla, puedes profundizar más y más y adquirir conocimientos y muchas otras cosas.

Gracias al caos hay esperanza, gracias a la esperanza hay vida y gracias a la vida estas ahí leyendo ésta editorial que en mí inspiraste.

Gracias por el tiempo.

Que disfruten de la partida.

Ilustración: Belén Serra Delmar

Les dejo un video de una de las últimas entrevistas logradas a Erno Rubik: