“Haití va a renacer de las cenizas”
El embajador de Haití en Argentina, Raymond Mathieu, dialogó en exclusiva con Medioslentos.com sobre la cooperación argentina con su país luego del sismo ocurrido el 12 de enero y acerca del fortalecimiento que busca realizarse con la ayuda internacional, especialmente entre los países de la región, para reconstruir al pueblo que sufrió la peor catástrofe de su historia.Un millón de haitianos sin techo y sin refugio, 300 mil heridos, 212 mil muertos y 7 mil tiendas de campaña repartidas en Puerto Príncipe, capital de Haití, para refugiar a los damnificados. Estos son algunos de los números difundidos a través de los medios de comunicación y autoridades del país tras el fuerte terremoto de 7,3 grados en la escala de Ritcher que dejó un escenario desolador para los ciudadanos. Pero no sólo se deben observar los números equivalentes a los desastres, sino también aquellos que apuntan a la solidaridad: 100 mil dólares recaudó la Cruz Roja Argentina para entregar al pueblo damnificado, 3.600 personas recibieron atención sanitaria, 700 mil litros de agua llegaron a territorio haitiano y 10.500 kilos de mercadería que envió el gobierno argentino.La catástrofe de Haití puso en alerta a todo el mundo, y también a la Argentina. La cooperación se convirtió en un factor elemental para ayudar a recuperar el país. “En la reunión que se realizó en Montreal, Argentina y Haití hablaron sobre la aplicación de un plan para la reconstrucción del país, además de los tres proyectos que llevamos adelante juntos”, sostuvo Mathieu, y agregó que “la cooperación entre ambos gobiernos dio buenos resultados”.Entre los distintos programas que se aplican en Haití, el proyecto Pro-Huerta es la principal iniciativa que lleva adelante la Argentina desde 2004, y que, luego del terremoto, se afianzó de manera sustancial. Desarrollado por el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) junto con el Ministerio de Desarrollo Social y la Cancillería Argentina, el programa consiste en facilitar las capacidades de producción agrícola en las familias, en las comunidades y en las escuelas. Desde el inicio del proyecto, ya participan 80 mil haitianos y, según el INTA, se espera alcanzar el millón de personas dentro de cinco años.A raíz del terremoto, el Gobierno Nacional envió 34 toneladas de semillas certificadas de maíz y poroto negro, 600 juegos de herramientas manuales y materiales de capacitación para consolidar la aplicación en el país.“Desde la Argentina, también se desarrollan el proyecto BAPIN, que se trata de una banca de proyectos de inversión que se adapta a las necesidades del Sistema de Gestión de Información sobre Programas y Proyectos de Inversión (SYSGEP) de la República de Haití, y el programa de refuerzo de la Policía Nacional”, aseguró el embajador. Según datos de la Secretaría General de las Naciones Unidas, la Argentina aporta 561 oficiales y militares, razón por la cual ocupa el tercer lugar entre los países latinoamericanos en el marco de la misión de paz de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).Por otra parte, Mathieu sostuvo que no sólo se debe trabajar de manera bilateral entre Argentina y Haití para mejorar la asistencia internacional, sino que también se debe realizar a nivel regional: “No hay duda que la cooperación multilateral va a reforzar los resultados obtenidos hasta el día de hoy”.Una de las medidas que refleja el compromiso regional con Haití es el anuncio en la Cumbre de la Unidad de América Latina y el Caribe, realizada en Cancún, de aportar más de 30 millones de dólares para cubrir los gastos de la deuda externa y recuperar la economía.“La situación en Haití estaba mejorando de manera gradual, pero el sismo se arrebató todo lo que habíamos conseguido. Los haitianos conocimos grandes crisis en nuestra historia, pero siempre salimos. Como el ave fénix, Haití va a renacer de las cenizas”.Por María Victoria Ciccola