Hace unos días recibí un tuit, que me llamó la atención, de un amigo que busca postular a las Naciones Unidas en Nueva York, pero que encontró información del Concurso para Profesionales solamente en el idioma inglés. Resulta algo frustrante ver que, a pesar de las tantas resoluciones de la propia ONU promoviendo la tolerancia cultural y el multilingüismo, el reconocimiento a la importancia del español no recibe el tratamiento que merece.
A pesar también, de que lo hablan casi 500 millones de personas (http://www.elmundo.es/elmundo/2013/01/14/cultura/1358170379.html) y de acuerdo con la página de las Naciones Unidas, el español es uno de los seis idiomas oficiales de la organización (español, inglés, francés, chino, ruso y árabe) y es también idioma de trabajo de la Asamblea General, sus comisiones y subcomisiones; del Consejo de Seguridad; y del Consejo Económico y Social.
También es parte del mandato de la organización promover el multilingüismo y la paridad lingüística entre los seis idiomas, algo que según entiendo, no está siendo respetado a rajatabla a pesar de tantas resoluciones aprobadas en la materia. El hecho de que la Secretaría y otros órganos de la organización no cumplan con las resoluciones aprobadas por su órgano de gobierno -la Asamblea General- resulta algo confuso y contradictorio. ¿Cómo hacemos para que se cumpla lo que nosotros mismos acordamos? Y no hablamos aquí de los “idiomas de trabajo” que usa internamente la Secretaría (el inglés y el francés, legado del mundo aún previo a 1945) sino de los seis idiomas en los que, en un pie de igualdad, debe brindarse a los “pueblos” del mundo la información sobre el trabajo del órgano universal de todos.
De acuerdo con información publicada por el Departamento de Información Pública de las Naciones Unidas, el español se ubica cómodamente en segundo lugar (después del inglés) en el número de accesos a su portal web y es su cuenta en español la segunda más seguida en Twitter.
Estas dos realidades –el creciente posicionamiento del español como lengua de demanda de información sobre la ONU y el relegado espacio que todavía se le concede- no pasó inadvertido para varios países que comenzaron a alzar su voz para rectificar lo que califican como injusticia. Por supuesto que se cuidan de que ello no pueda ser interpretado en contra de nadie porque, en rigor, no se trata de desplazar a uno para que entre otro, sino que la burocracia de la ONU que informa a las audiencias del mundo lo haga, precisamente, teniendo presente lo que esas audiencias demandan. Mi amigo interesado en el Concurso para Profesionales es parte de estas audiencias al igual que cada uno de nosotros.
El español y el multilingüismo
Un año atrás se formó en las Naciones Unidas el “Grupo de Amigos del Español en las Naciones Unidas” (GAE) –presidido por Argentina en 2014- que busca “coordinar y realizar actividades para la promoción del uso y difusión del idioma español en la labor de las Naciones Unidas”. Este grupo está conformado por Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, España, Guatemala, Guinea Ecuatorial, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela.
Este año, con motivo del Día del Español, el GAE llevó a cabo su primer evento. En esa oportunidad, se presentó el logo del Grupo de Amigos y embajadores y altos funcionarios de las Naciones Unidas hicieron diferentes exposiciones, con miras a poner de relieve la visibilidad que necesitamos darle al uso de nuestra lengua y a la tolerancia lingüística necesaria para poder llevar adelante un trabajo tan sensible como el que se desarrolla en la organización.
Asimismo se alertó sobre las oportunidades -y la falta de ellas- para los hispanoparlantes, siendo la Directora del Área del Español quien instó a los Estados a ayudar a sus connacionales a postular y a formar parte de la ONU. En esa oportunidad, también se lanzaron las cuentas en las redes sociales, las cuales cuentan con varios cientos de seguidores y un índice Klout de influencia en constante aumento.
La gran pérdida que significó la muerte del grandísimo Gabriel García Márquez motivó la celebración del segundo acto oficial del GAE. Por tal razón, se organizó un sentido tributo por parte del grupo en la sede de las Naciones Unidas, a instancias de las delegaciones de Argentina y de Colombia. El evento, que contó con una amplia difusión y convocatoria, fue abierto por el Secretario General de las Naciones Unidas, y ayudó una vez más a recordar con alegría al escritor de “Cien años de soledad”.
Quedó de manifiesto, en esta oportunidad, la importancia de nuestra literatura y cómo ella ha llegado a los rincones que consideramos “más lejanos” de nuestra Hispanoamérica. En definitiva, Naciones Unidas se trata de eso: un foro en el cual las naciones se encuentran y confluyen en un marco de fuerte respeto por las diferencias, promoviendo el entendimiento. Por tanto, es el foro necesario en el cual nuestros países deben insistir en la defensa de nuestra lengua defendiendo su lugar y la inclusión de hispanoparlantes en puestos clave que hagan a la excelencia de la organización.
Practicando la tolerancia
En nuestro accionar diario, resulta inevitable respetar, a cuidar y defender a nuestro idioma de cualquier ataque, intromisión que busque desnaturalizar o desvirtuar nuestra lengua. Debemos a aprenderlo y reaprenderlo, leerlo y releerlo, saborearlo y disfrutarlo.