Operación Crítica
Después de más de dos años en la calle, el diario Crítica de la Argentina cerró sus puertas a causa de la quiebra de la empresa, la falta de pago de sueldos y la huida de los accionistas. Durante el 2010, 190 trabajadores lucharon para conservar sus puestos de trabajo, hecho que los llevó a tomar la redacción por más de cinco meses. ¿Pero qué pasó con Crítica ahora que el tema dejó de estar en la agenda de los medios? ¿Cómo se resolvió el conflicto? ¿Qué sucedió con los accionistas? ¿Qué pasó con los trabajadores y con la plata que se les adeudaba de publicidad oficial no cobrada? Medios Lentos entrevistó a Edgardo Imas, uno de los delegados gremiales del diario, quien detalla en esta nota el desenlace del caso y analiza en profundidad el conflicto, atravesado por la política, las empresas periodísticas, el rol de la Ley de Medios y la UTPBA. Fue un golpe al corazón de la prensa. El diario Crítica de la Argentina, fundado por el periodista Jorge Lanata, vio oficialmente la calle por última vez el 30 de abril de 2010 a causa de la falta de pago a 170 trabajadores y 20 colaboradores que llevaban adelante el diario todos los días. Desde ese mes, la empresa Papel 2.0 S.A, editora del matutino y propiedad del Antonio Mata, dejaba de pagar los sueldos para entrar posteriormente en concurso de acreedores y finalmente quebrar. Eran 190 familias en la calle. Pero los trabajadores continuaron la lucha, ocuparon la redacción más de cinco meses, hicieron marchas y sacaron tres ediciones del diario. La premisa fue siempre resistir, salvar a Crítica.Pero los conflictos laborales no eran nuevos, los cuáles venían arrastrándose desde los últimos meses de 2009, donde en enero ya se hablaba de “crisis profunda”. Desde el 9 de abril de 2010, día que se inició el paro de los trabajadores, el diario comenzó a salir con menos páginas y con una edición de emergencia sostenida por los editores.Tres días más tarde realizaron una marcha masiva frente a la sede del diario (Maipú 271) donde estuvieron presentes periodistas y organizaciones sociales, además de dirigentes políticos de diversos partidos, entre ellos Eduardo Macaluse, Gustavo López, Federico Pinedo, Fernando “Pino” Solanas, Néstor Pitrola y Ariel Basteiro. Algunos de los delegados del diario hablaron ese día de un hecho histórico. El 30 de abril, tanto el diario impreso como su página web dejaron de publicarse. En tanto, el 11 de junio último, el Juzgado Nacional en lo Comercial número cinco a cargo del Dr. Fernando Durao declaraba abierto el concurso preventivo de la empresa Papel 2.0 S.A. Pero fue recién el 12 de mayo, día que la Asamblea de accionistas se declaró en “convocatoria preventiva de acreedores”, que los trabajadores decidieron ocupar pacíficamente el diario para defender sus puestos de trabajo, medida se extendió hasta el 20 de octubre pasado.Así, en la redacción vieron pasar el Mundial, el Día del Periodista, las amenazas de los cortes de luz y finalmente el corte de teléfonos e Internet. Los trabajadores apuntaron siempre a los responsables y accionistas del diario: el polémico empresario español Antonio Mata (accionista mayoritario, vinculado con el vaciamiento de Aerolíneas Argentinas), Marcelo Figueiras (accionista minoritario y dueño de laboratorios “Richmond”) y Carlos Mateu (vicepresidente argentino de la compañía). Hasta el momento, los tres empresarios siguen sin ninguna causa en su contra. La empresa solicitó su propia quiebra el último 2 de agosto. Había salido por primera vez a la calle el 2 de marzo de 2008.¿Pero qué pasó con Crítica ahora que el tema dejó de estar en la agenda de los medios? ¿Se resolvió el conflicto? ¿Cerró definitivamente el diario? ¿Qué sucedió con los accionistas de la empresa? ¿Qué pasó con las 190 familias de trabajadores y con la plata que se les adeudaba de publicidad oficial no cobrada? Para responder estas preguntas, Medios Lentos entrevistó a fondo a Edgardo Imas, uno de los delegados gremiales de Crítica de la Argentina, quien explicó el desenlace del conflicto, los detalles de las negociaciones y el destino laboral de los trabajadores, además de analizar en frío la profundidad y consecuencias del conflicto, el rol de la ley de Medios, y cuestionar el accionar de la UTPBA.¿Como se resolvió finalmente el conflicto?De la gente que quedó nucleada en el conflicto hasta casi el final de la ocupación de la redacción, la mayoría quedó ubicada en algún lugar. Está también la que fue encontrando trabajo por sus propios medios; por otra parte, la Comisión Interna había hecho una gestión con el empresario periodístico Olmos, dueño de Crónica, con quien habíamos tenido negociaciones a partir de que se contactó con nosotros por su interés de relanzar el diario. Ese proyecto luego quedó trunco, pero terminó tomando un pequeño grupo para Crónica y otro un poco más grande de compañeros para el diario BAE, que él se lo compró a Sergio Szpolski. Luego hubo otras gestiones que se han logrado en el marco de una mesa de trabajo que funcionó en el Ministerio de Trabajo por la reubicación laboral, donde se ubicaron a cuatro compañeros, dos en la imprenta del Congreso y uno en la Imprenta del Banco Nación. También hubo cuatro compañeros ubicados en los medios de Szpolski por esta mesa de trabajo, en tanto el jueves de la semana pasada éste llamó a otros seis que están teniendo entrevistas en estos días, luego de recordarle a Szpolski vía Twitter que había prometido tomar diez y solo había tomado cuatro. O sea, se han generado una gran cantidad de entrevistas laborales (aclaro que nosotros contamos más las entrevistas que los que entraron a trabajar, ya que hay gente que no les interesó la propuesta). Lo importante era generar entrevistas; si el compañero no le cierra profesional o salarialmente, ese es un problema de cada compañero. Eso es más o menos lo que quedó de la situación.Durante el conflicto se rumorearon distintos apellidos de posibles compradores para el diario, que se fueron desmintiendo o apagando con el correr de los días. Uno de ellos fue el nombre del líder de la CGT, Hugo Moyano. Entrevistado por Página 12 en mayo de 2010, el gremialista acentuó: “Se dicen tantas pelotudeces. Lo tomo a risa. Son disparates. Yo soy dirigente gremial, no periodista ni empresario de los medios. Si fuera para darle una solución a la gente, si lo pudiera hacer lo haría, pero no hay absolutamente nada de eso”.¿Cómo vivieron estos rumores desde adentro del diario? ¿Qué pasó con el caso de Moyano?Era cierto. El grupo Olmos, de Crónica, quería relanzar el diario, y este grupo está muy ligado a la CGT, que conduce Moyano. A nosotros lo que nos interesaba era la fuente laboral, y luego quién era el dueño. Después, si el periodista tiene un impedimento ideológico o profesional para trabajar con un patrón que está ligado a Moyano o que está cercano a otro sector político, tiene derecho a decir que no, pero por lo menos generar la posibilidad de que pueda ingresar y continuar trabajando. Lamentablemente, el único que se acercó con una propuesta de relanzar el diario fue el grupo Olmos, y digo lamentablemente porque a lo mejor a mi me hubiera gustado que venga a compararlo un partido de izquierda, Greenpeace, un organismo de derechos humanos o la ONG más pura y santa de la tierra, pero apareció Moyano. Después no se dio esa compra, pero sí, los dueños de Crónica están ligados a Unión Obrera Metalúrgica (UOM), a la CGT y a Moyano. No era falso, era cierto.¿Qué ha sucedido con la empresa Papel 2.0? La empresa quebró. No pudimos cobrar prácticamente nada salvo un par de distribuciones de dinero que hizo el juzgado, producto de publicidad que le debían al diario. Pero también entró más dinero que no se pudo repartir, ya que hubo bancos que dijeron que esa plata les pertenecía, porque la empresa oportunamente les había cedido las facturas. Luego estuvimos cobrando el REPRO, que es una ayuda económica que se dan a las empresas en crisis, lo cual venimos cobrando eso desde hace 8 meses. Eran 170 trabajadores efectivos y 20 colaboradores que trabajaban en Crítica ¿Se puede estimar un porcentaje de los que ya tuvieron una entrevista?Hubo aproximadamente entre 50 y 60 entrevistas. A lo largo del tiempo, es natural que en cualquier conflicto que se prolonga haya gente que encuentre un trabajo y se tenga que ir. Después, hubo casos minoritarios que eran directamente enemigos de la asamblea de los trabajadores y que se fueron desde un primer momento. O gente que estuvo acompañando el conflicto, consiguió un trabajo y se tuvieron que ir, por eso va quedando un número menor. Sucede también que hubo bastantes trabajadores que estuvieron en Crítica y se fueron a trabajar a una revista que sale la semana que viene y se llama “El Guardián”, que es del grupo Moneta, y que va a ser dirigido por el último director de Critica. Esto nos vino bien porque ahí se ubicaron bastantes compañeros, si no tendríamos que hablar de una lista mayor de desocupados. Ahora han quedado algunos casos puntuales, pero me refiero a los trabajadores nucleados en el conflicto; seguramente habrán otros trabajadores que estarán sin laburo, pero hace meses que no sabemos nada de ellos.Como se estima que hubo cerca de 60 entrevistas ¿Se sabe cuántos han sido contratados?Estimamos unos 30 compañeros. Pero insisto en que esto no quiere decir que hay 150 personas desocupadas, muchos fueron consiguiendo trabajo antes.Dadas las complejidades y pormenores del conflicto que duró prácticamente todo el año. ¿Considerás que fueron positivos las resoluciones y los acuerdos efectuados?Yo creo que es importante que se haya podido ubicar a un grupo de compañeros. Creo que el conflicto fue importante por lo que significó para el gremio: la metodología, las discusiones en las asambleas, los tres diarios autogestionados, el haber tenido un fondo de huelga bastante importante (y sin fondo de huelga no se sostiene un conflicto de cinco meses ante una patronal que huyó y dejó de pagar los sueldos). Fue una solidaridad muy grande de parte de la población en general, y de los trabajadores de prensa que colaboraron y fueron importantísimos para que nosotros hayamos podido hacer cuatro o cinco actos en la puerta del diario y un acto para el Día del Periodista con 800 personas. En ese sentido creo que fue muy importante. El conflicto también se dio en el marco del debate sobre la ley de Medios. ¿Qué lectura se puede hacer al respecto?Creo que también significó un punto importante porque se dio en medio de este debate, del rol del periodismo y de la Ley de Medios, por lo cual el conflicto terminó ocupando un lugar en la agenda nacional. Yo no recuerdo un conflicto de medios de prensa -que involucren a trabajadores de prensa- que haya estado tanto en los medios. Por lo general, la regla dice que cuando hay un conflicto en el cual están involucrados trabajadores de prensa, y que tiene que ver con salarios y condiciones de trabajo, generalmente no salen en los otros medios. En ese sentido, me parece bastante inédita la repercusión que tuvo el conflicto, ayudado también porque se estaba debatiendo justamente el tema de cuál es el rol de los medios. Por lo cual, el Gobierno lo usaba de un modo, los medios monopólicos, como Clarín y La Nación, lo utilizaban de otro modo, con su visión sesgada. A nosotros nos servía aparecer de un lado y de otro, es decir en canal 7 y en Clarín; después tratábamos de meter nuestra voz y explicar lo que realmente pasaba, que no era como decía Clarín y La Nación que el Gobierno había fundido al diario; esa es una visión muy sesgada. Si bien Crítica era discriminado en publicidad oficial, quienes funden el diario son los dueños responsables (Antonio) Mata y el socio minoritario (Marcelo) Figueiras. Que el diario recibía menos publicidad oficial por su línea editorial es algo que se sabe, pero acá hubo un manejo irresponsable de empresarios que huyeron, pidieron el concurso y luego quebraron.Según publicaron los trabajadores de Crítica en su blog (diariocriticadelaargentina.blogspot.com) el pasado 11 de septiembre, la Jefatura de Gabinete había depositado 215.000 pesos para saldar parcialmente su deuda publicitaria con el diario. Sin embargo- agregan- el reparto judicial de esa suma entre los trabajadores está trabado por una presentación del Banco Macro, que invoca prioridad en el cobro de ese dinero por cesiones de facturas que le habría hecho la empresa. De este modo, la última palabra la tendrá el juez a cargo. Por demás, en el expediente judicial figura una deuda de la Jefatura de Gabinete hacia Crítica por $1.074.000.“Los trabajadores exigen que se reparta no sólo esos 215.000 pesos sino todo lo que ingresó con posterioridad a la primera distribución, ya que se registraron otros pagos, especialmente de empresas privadas, para saldar deudas publicitarias. Recordemos que la cancelación de esas deudas es la única manera de que los trabajadores cobren algo de todo lo que les quedaron debiendo los propietarios del diario en su precipitada huida. Las jurisdicciones oficiales que registran deudas son Jefatura de Gabinete de Ministros nacional; Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires; los gobiernos provinciales de Buenos Aires, Santa Fe y Chubut; las municipalidades de Rosario, Santa Fe y Tigre, y la Universidad de Buenos Aires”, explicaron.Tengo entendido que la suma de la deuda por pauta oficial asciende al millón de pesos. ¿Pudieron cobrar ese dinero?En cuanto a cifras, está lo que presentó la empresa en el concurso. Después había facturas cedidas, había otra documentación que eran por dos millones, pero son datos que maneja la sindicatura. Es probable que sea un millón y medio. De los depósitos que hizo Jefatura de Gabinete cobramos muy poco. Ellos saldaron distintas facturas que debían. Lo que llegamos a cobrar fueron un par de facturas, cerca de 40 mil pesos, porque no las reclamó ningún Banco. Respecto al caso de Macro, el juez se ve obligado por una cuestión legal a congelar estos fondos hasta que se pueda verificar que efectivamente esta gente es la dueña del crédito, y todavía están en ese proceso de verificación. Lo que nosotros venimos cobrando son pagos donde no hay nadie que reclama ser poseedor de esas facturas que están saldando. Por eso, ese dinero lo liquida el juez y lo otro lo congela; en algún momento decidirá si va para los trabajadores o para el Banco Macro.¿Es muy alto el monto de la plata congelada?Son los pagos de Jefatura de Gabinete, que son 200 mil pesos porque en realidad la Provincia de Buenos Aires, que debía bastante, no sé si ha pagado. Que yo sepa no. Como el juez mandó oficios judiciales, algunos organismos pagaron, pero otros se han hecho los boludos y todo se demora.Una de las características del conflicto fue el apoyo a la causa de dirigentes políticas de distintos partidos e ideologías. ¿Cómo recibieron esta situación? ¿Los sorprendió? (VER NOTAS RELACIONADAS)A simple vista era una causa justa y cada cual se posicionó como pudo. En los primeros actos había gente del PRO; Cobos se solidarizó, por ejemplo, y también había gente del Gobierno nacional. Tuvimos además una entrevista con (el jefe de Gabinete) Aníbal Fernández. Cada cual buscaba posicionarse con el conflicto en el medio de una guerra que hay entre el Gobierno y determinados sectores de monopolios periodísticos que están ligados a la oposición. El apoyo político era bienvenido porque nos servía para difundir lo que estaba pasando y preguntarnos cómo puede ser que en medio del debate sobre la Ley de Medios pueda haber empresarios inescrupulosos que cierren un diario y dejen toda la gente en la calle. ¿Es esto la libertad de expresión? Porque si esto puede ocurrir, la liberta de expresión a la que tanto alude la Ley de Medios termina siendo una entelequia o es la libertad de expresión para los medios de las empresas. Nos servía para debatir eso. Cuando nos invita la Comisión de Libertad de Expresión que preside (la diputada Silvana) Giudici (UCR), que es opositora, ella trata junto a Patricia Bullrich (Coalición Cívica) de direccionar el debate hacia un lado; después entra (el diputado Dante) Gullo (FPV) y se armó una pelotera bárbara. Yo estuve presente ese día y dije que nosotros no nos alineamos con ningún sector (por supuesto, cada delegado y compañero tenía su opinión sobre la ley de Medios y la apoyaba o no, además de su ideología o encuadramiento político). Pero nosotros no nos íbamos alinear ni en un sector ni en el otro; estábamos por el mantenimiento de las fuentes de trabajo mediante el relanzamiento del diario. Cuando no se pudo con esta reubicación laboral, tratamos de que se ubicara la mayor cantidad de compañeros.En estos conflictos de intereses políticos y empresarios. ¿Se puede pensar que durante el conflicto hubo operadores políticos detrás de la superficie?Sí, cada cual lo trató de llevar para su bando. Por ejemplo, Aníbal Fernández nos recibió, nos mandó las fotos del encuentro y después no nos entendió nunca más, no contesto un mail ni un llamado más.¿La Presidenta los recibió luego de escribirle la carta?No, nunca fuimos recibidos. Un compañero, cuando fue el Día del Periodista, en la recepción que hubo en la Rosada, le acercó el diario y posó con el diario, pero nada más.¿Con el ministro de Trabajo Carlos Tomada tuvieron mejor relación?Con Tomada tuvimos tres entrevistas-audiencias que presidió él. Allí salió lo de la reubicación laboral, pero la mesa de trabajo después la manejó el subsecretario de Relaciones Laborales, Álvaro Ruiz, el tercero en la línea de mando del Ministerio. Con él no fue una experiencia buena, tanto es así que unilateralmente terminó disolviendo la mesa de trabajo y no atendió más los llamados. Parece que la idea de ellos era reubicar alguna gente y con eso ir desactivando el conflicto y dilatarlo.Fueron más de cinco meses dentro del diario ¿Cómo lo vivieron internamente?Lo principal para estar adentro fue la solidaridad, la unidad de afuera, del grupo, las asambleas –donde todo se discutía- y estar movilizados. Pienso que eso ayudó. Sucede que después de cinco meses de estar ahí dentro, en realidad uno termina viendo todos los aspectos del ser humano, desde los más míseros hasta los más loables. Fue una experiencia bastante importante y creo que va a marcar a todos como trabajadores de prensa y que la volcarán en su vida y en los medios que vayan a trabajar. Para muchos fue la primera experiencia de un conflicto, de saltar por el otro en un medio que suele ser bastante individualista, y donde hay empresas que prohíben cualquier tipo actividad gremial o asambleas. Tuvimos también amenazas de corte la luz pero nunca se llegó a cortar. Sin embargo, primero cortaron los teléfonos y al final los servicios de Internet por falta de pago, todas cosas que había dejado de pagar la empresa antes de empezar el conflicto por lo cual se ve que ya empezaban la retirada, porque no es a raíz del conflicto que dejaron de pagar.¿Los accionistas del diario tienen alguna causa por este conflicto?No. Esto era una Sociedad Anónima que quebró. Antonio Mata está fuera del país y es imposible engancharlo. Figueiras está acá, pero era el accionista minoritario y ningún abogado quiere agarrar, ya que dicen que es muy difícil joderlos a ellos en su patrimonio individual porque era una Sociedad Anónima. Así que en ese sentido no se puede hacer nada. El otro está en España y no tiene nada a su nombre acá, por lo menos que nosotros sepamos.En el último posteo del blog de Crítica cuestionaron el accionar de la UTPBA al afirmar que “como en todos los últimos conflictos del gremios, se borró”… ¿Qué lectura se puede hacer de este cuestionamiento?En 5 o 6 meses de ocupación, la UTPBA no trajo ni medio kilo de yerba ni media docena de facturas; se borra como pasa con todos los conflictos que ella no controla; si hay una Comisión Interna con delegados que no le responden ciento por ciento, la UTPBA se va del conflicto. En su momento nos hacía un acompañamiento formal a las audiencias; cuando tuvimos la primera con Tomada o con la viceministra Rial, vino la Comisión Interna en pleno de la UTPBA encabezada por (Daniel) Das Neves, ya que, como el conflicto crecía y ya nos recibía Tomada o la viceministra, vinieron para figurar. Nosotros ahí le hicimos un planteo de que convoque al cuerpo de delegados del sindicato que no se lo convoca desde hace añares, pero ellos se niegan. Además, el conflicto se da en la situación de las elecciones en la UTPBA, por lo cual se hizo un frente opositor entre cuatro agrupaciones que militan -donde fundamentalmente se llega a una unidad a partir del conflicto de Crítica. Se pudo plasmar en un frente que llevó como candidato a Osvaldo Bayer y que ganó en las principales empresas periodísticas de Capital. Igualmente no pudo acceder a la minoría por muy poco ya que hay una situación de virtual fraude, porque en todas las radios del GBA, donde hace votar la UTPBA , vota gente que de periodista no tiene nada, y es ahí donde sacan la diferencia. Yo mismo lo he visto como fiscal: hay gente afiliada porque hizo una vez un curso de locución, por ejemplo, pero periodistas que trabajen y que cobren un sueldo, no vino a votar ninguno y eso marco la diferencia. Pero el conflicto fue importante porque logró estructurar a partir de él un frente opositor que se presentó y pudo dar pelea.Con el conflicto fuera de la agenda de los medios, ¿Crees que fue olvidada esta lucha en la sociedad?Lo que no hemos dado es un balance por escrito a todos los medios en general. Estábamos justamente tratando de hacerlo. Mucha gente piensa que se resolvió todo bien., pero deberíamos dar un balance porque en realidad no se sabe bien en qué termino. Mucha gente piensa que los ubicaron a todos y que están todos fenómenos. Pero no es así: hay compañeros que aún hoy que están sin un laburo; Álvaro Ruiz no nos recibe más el ministerio de Trabajo, rompiendo así prácticamente la mesa de trabajo. En su momento tuvimos bastante apoyo.¿Sentís que marcaron un precedente?Yo creo que sí. Cualquiera que haya pasado por este conflicto en Crítica y el día de mañana enfrenta una situación similar o de injusticia en su lugar de trabajo, creo que va a tener una visión más de conjunto de cómo abordar el problema, y no solo una mirada individualista o en función de su ego periodístico que está muy presente en el gremios.AutorDaniel Meccadaniel@medioslentos.com